Joseba VIVANCO
ACTUALIDAD ROJIBLANCA

Aste Nagusia o Aste Santua

Digiriendo aún lo de Kepa y lo de Oyarzabal, la semana futbolera en la familia rojiblanca comenzó con lo de Remiro y sigue con lo de Aduriz. En el entorno rojiblanco se habla más de lo que le rodea que de lo que pasó en el terreno de juego en el debut. Y eso que se ganó al Leganés.

Ayer, el Athletic cumplió con la bendición de la amatxu de Begoña, aunque como diría el agnóstico Johan Cruyff, «en España, los 22 jugadores se santiguan antes de salir al campo. Si resultara, siempre sería empate». Hace casi una semana fue el chupinazo desde la balconada del Arriaga, justo después el de la apertura de las txosnas y, ya puestos, haciendo bueno aquello de que no hay dos sin tres, fue Eduardo Berizzo, al ‘alirón’ con la Directiva, el que prendió el tercero justo cuando el Athletic comunicó vía Twitter la convocatoria para medirse al Leganés y en ella faltaba el portero Álex Remiro. El notición se hizo tan o más viral que los propios vídeos de Aritz Aduriz dando saltitos, pañuelo al cuello, ora embriagado de ambiente festivo, ora escapando de decenas de móviles invadiendo su intimidad, en la txosna de Moskotarrak, que no Moskorrak, aunque de esto ya hablaremos más adelante.

El Athletic tenía hasta su propio chupín en la particular Aste Nagusia rojiblanca, por mucho que la semana en curso esté teniendo más de Aste Santua. Dio las oportunas aclaraciones el entrenador, al día siguiente hizo un recorrido por las ‘teles’ el ‘entorno’ –la mayor aportación del conflicto vasco a la lengua de Cervantes desde ‘zulo’– del portero para dar las suyas, y hasta el ‘Farolín’ Javier Clemente opinó, a favor del jugador que da igual que sea Remiro que un tal ‘Fernandito’ o cualquier ‘mingafrías’, y volvió a subir el precio del txikito en el Botxo. El ‘Rubio’ cada vez se parece más al presidente cántabro Revilla. En fin, que ya teníamos chupinazo, ‘Farolín’, incluso en el recinto ferial el tiro de toda la vida había sustituido los palillos mojados por el careto pim-pam-pum de Urrutia en el día abierto a la prensa deportiva, cuando al entrenador, cual ‘Zarambolas’, se le ocurre dar día libre a sus jugadores en plena Aste Nagusia y algunos de ellos, que de humanos deben de tener algo, aprovecharon con nocturnidad para irse de txosnas, entre ellos Aduriz, lesionado, lo que despertó en las redes sociales –ancha es Castilla–, vídeos incluidos, un rosario de comentarios de toda índole y condición.

Rumiando aún lo de Kepa, digiriendo lo del no-Oyarzabal, atragantados con lo de Remiro y, para rematar, Aduriz diciendo aquello de que «vimos unas luces rojas, creíamos que pasaba algo malo y por eso entramos», que se justificó Jaime ‘Pajarito’ Valdés, sub´20 chileno, tras ser sorprendido dentro de un ‘sauna’ que visitó tras escaparse de una concentración. Ayer tocaba que un jugador saliera a sala de prensa de Lezama tras el entrenamiento y uno se podía imaginar al vestuario, como su madre le trajo al mundo, jugándose a la pajilla más corta quién sería el afortunado. And the winner was... Yeray, ideal como cualquier joven para no meterse en charcos y tirar de respuestas al uso. Eso sí, ni una pregunta sobre ‘lo de Aduriz’. Respect.

La semana enfila ya su final, y como farfullara Fran Clark, entrenador del Forest, tras perder 7-0, «todo lo que podía salir mal ha salido mal. Espero que podamos llegar a casa sin que nos pase nada». Veremos...

PD: Debe ser jodidísimo tener que tener opinión de todo lo que rodea al Athletic. Porque en el fondo, que diría Michel Plantini, «hasta Einstein, entrevistado todos los días, pasaría por estúpido». Dicho lo cual, aquí no se pone en solfa lo que los jugadores hagan o dejen de hacer en su tiempo libre o en su día de fiesta, se vayan a echar unos kalimotxos a las txosnas o a fumarse unas cachimbas en cualquier discoteca bilbaina un día entre semana cualquiera.

La única cuestión cuestionable es si un jugador lesionado con una rotura de fibras debería estar donde estaba dentro de esas primeras 72 horas, tiempo de inflamación de la lesión, primero, ingiriendo alcohol –si lo hizo–, que todos saben que deshidrata y no es la mejor terapia para los músculos; y, segundo, dando saltos –o saltitos– que a ningún fisio, y aquí doctores tiene el propio club para darle o no importancia, le harían gracia alguna en una fase tan temprana de la lesión. Esto es objetivo; el resto, debatible, incluso aquellas opiniones que pasarían por estúpidas. Y a todo esto, como me decía un jugador… «y eso que ganamos al Leganés». Que siga la fiesta... eso sí, ante el Huesca.