Después de una temporada demasiado fácil –al menos en lo que respecta a los resultados– para las «Batelerak» de Pasai Donibane, resulta que Riveira obtiene el mejor tiempo en la calificatoria de la XI Regata Femenina de La Concha. todo un acontecimiento, toda vez que la escuadra galaica conseguía remontar a las sanjuandarras en el segundo largo, volteando una desventaja de cuatro segundos.

Aunque solo fuera por 12 centésimas, las trainera del campeón de la Liga Gallega paraba el reloj antes que «Batelerak», lo cual le da cierta alegría a las perspectivas de la regata femenina, cuando parecía condenada una suerte de monólogo de San Juan. Todo hay que decirlo, por otro lado, dio la impresión de que las de Pasaia no variaron en exceso su ritmo después de la ciaboga; es decir, que en el contento de una regata en línea, o simplemente de haber precisado ese margen a su favor, quizá su comportamiento hubiera sido bien distinto.

Y ha querido la casualidad que sea la primera tanda del domingo la que vuelva a enfrentar a Riveira y San Juan, junto con la Donostiarra y Orio. La «Txiki», por su parte, cuajó una buena regata, con la regularidad que acostumbra, quedándose a solo cuatro segundos de la ganadora. Es decir, que la primera tanda femenina del domingo tiene toda la pinta de ser un avance de la tanda de honor, con la salvedad de la anfitriona, que se las verá por primera vez en una pelea de este calibre y que en principio, está destinada a terminar última. Habrá que ver si las carreras en línea confirman lo sucedido ayer.

Sorpresas y errores

Hibaika, Tolosaldea, Kaiku y Arraun Lagunak formarán la segunda tanda de una regata femenina en la que, sorprendentemente, no estará Hondarribia. La «Ama Guadalupekoa» ha remado toda la campaña en la Liga Euskotren, pero ayer ofreció un nivel bastante mediocre, hasta el punto de finalizar en noveno lugar, por detrás de Deustu y a casi cuatro segundos de la trainera de Tolosaldea.

Si esta fue la sorpresa más negativa de la calificatoria femenina, la mayor calamidad fue obra de la patrona del bote de A Pobra-Cabo. Los nervios le dieron una mala pasada a la patrona y no tuvo mejor ocurrencia que soltar la estacha antes de que los jueces terminasen la cuenta atrás. La sanción de ¡diez segundos! fue inapelable, con lo que las opciones de la embarcación de Boiro se fueron por la alcantarilla antes incluso de empezar. Una lástima, por otro lado, ya que de haber descontado la sanción, A Pobra-Cabo marcó el octavo mejor registro, a un segundo escaso de Tolosaldea, que marcó la frontera de la clasificación.

Como suele suceder en esta clase de regatas, todo el mundo remó con sus armas. Riveira hizo gala de un aprovechamiento excelente de las olas de un metro que brindaba la bahía de La Concha. Mientras, San Juan pareció tomarse el largo de regreso con cierta tranquilidad, después de marcar el mejor tiempo en la ciaboga, aunque negoció el viraje no muy ceñido.

En ese sentido, junto con Riveira Kaiku fue uno de los grandes triunfadores. Las vizcainas dieron un rendimiento superior a lo que ellas mismas esperaban, colándose con holgura en la regata.