Maitane ALDANONDO
ETXEBARRI

La empresa vasca NUUK lanza al mercado su primera moto eléctrica

La empresa de Etxebarri ha creado un vehículo eléctrico con capital propio y de la mano de sus colaboradores Bosch y Rieju. Iniciarán su venta en Europa a través de una amplia red de distribución y planean llegar al continente americano en 2019. Además, trabajan en nuevos proyectos que desvelarán próximamente.

La empresa bizkaitarra NUUK acaba de iniciar la producción de su primera motocicleta eléctrica: Rieju NUUK. Durante dieciséis meses, un equipo de diez ingenieros ha diseñado y desarrollado en Etxebarri el vehículo que están ensamblando en las instalaciones de su colaborador Rieju en Figueres (Girona). Si se cumplen las previsiones, llegará al mercado europeo en la segunda quincena de este mes. Éste será el primer hito de unos meses en los que planean presentar nuevos productos y poner en marcha una planta de ensamblaje en Bizkaia.

Iniciaron su andadura en 2011 como Electric City Motor, dedicada a la importación y distribución de vehículos eléctricos. Tras cuatro años en los que detectaron «carencias en la calidad» y en la respuesta a las exigencias de sus clientes, decidieron dar el paso y fabricar. Con el cambio de rumbo estrenaron nombre y optaron por emplear solo capital propio. «No queríamos un proyecto basado en subvenciones, porque conocemos otros que han fracasado», apunta Martín Calzada gerente de NUUK.

Cuentan con Bosch como partner tecnológico y con Rieju como partner industrial. La multinacional alemana les proporciona los componentes eléctricos, «el tren de potencia completo, hoy por hoy, único en el mundo. Nos da la garantía de que es una moto fiable y no va a fallar tecnológicamente». Por su parte la catalana empleará sus 75 años de experiencia en el ensamblaje de la moto, y se encargará del servicio técnico y la venta al sector minoritario.

Tres modelos y dos versiones

Han diseñado tres modelos de Rieju NUUK que comparten estética, pero se adecuan a usos diferentes. Urban es para la ciudad, Tracker es todoterreno, y Cargo está equipada con un baúl de hasta 300 litros de capacidad. Todas están disponibles en dos categorías, L1, equivalente a un ciclomotor, y L3, equivalente a una motocicleta de 125cc; y pueden alcanzar los 100km/h. Calzada afirma que «es la mejor de su gama» y no hay nada comparable en el mercado. Destaca porque «tiene mejores prestaciones, mayor autonomía, más estabilidad y seguridad. Su conducción es de moto, no de scooter, y la calidad de los materiales es la que exige el mercado europeo», explica el gerente.

Una de las principales barreras de este tipo de vehículos es la autonomía. Rieju NUUK puede alcanzar los 300km gracias a un sistema de módulos con baterías extraíbles. La moto incorpora un cargador, de forma que también se pueden cargar con un enchufe convencional sin necesidad de sacarlas. La carga completa requiere de un máximo de 4 horas, pero también tiene un sistema de carga rápida que llena el 80% en una hora.

El otro gran escollo es el precio. El ciclomotor ronda los 4.900 euros –5.800 euros con IVA–y la motocicleta los 5.900 euros –7.200 euros con IVA–. Una inversión «barata» en opinión de Calzada, dada su calidad, a lo que hay que sumar el ahorro en combustible. No obstante, planean poner en marcha un programa de renting para facilitar el acceso tanto a particulares como a flotas.

Futuro ajetreado

Las motos estarán en breve en el mercado europeo, pero los responsables de NUUK ya planean su comercialización en Latinoamérica y Estado Unidos en 2019. En octubre acudirán a una feria en Las Vegas ante la cantidad de interesados que tienen en países como México, Colombia o Costa Rica. A falta de la respuesta de los compradores, el feedback recibido en ferias y eventos es muy positivo. De hecho, ya están recogiendo reservas, entre otras, la de una empresa de mensajería. La producción inicial será de 300 motos al mes, aunque si la demanda lo requiere tienen capacidad para duplicar esa cantidad. Su previsión mínima de pedidos para el primer año supera las 2.000 unidades, «pero nuestro objetivo es vender muchas más», apostilla Calzada.

Y no paran el desarrollo. Ya están trabajando en dos nuevos proyectos que verán la luz en pocos meses. Por una parte, un vehículo eléctrico de tres ruedas «multiusos», que podrá emplearse para el transporte de pasajeros o mercancías, además de servicios de turismo, limpieza, mantenimiento urbano... Prevén que estará listo para finales de este año o principios de 2019; y ya tiene un pedido de 100 unidades.

Por otra parte, también están desarrollado una nueva moto, «más pequeña y ligera, y un poco más económica», pensada para llegar a otro público, que quiere una moto de calidad, pero no pide tantas prestaciones como el cliente de la actual.

La intención de los responsables es abrir una planta de ensamblaje en Bizkaia, donde poder fabricar esos nuevos vehículos y reforzar la producción de Rieju NUUK en caso de que su partner industrial no tenga capacidad de responder a la demanda. De acuerdo a las previsiones que manejan la planta estará lista en el primer trimestre de 2019.

 

Apoyo para lograr antes al liderazgo mundial

Una vez han logrado el objetivo de crear una moto eléctrica con fondos propios, NUUK aspira a ser líder mundial en vehículos ligeros urbanos multiusos. En este nuevo reto toda ayuda es bienvenida y los responsables de la empresa de Etxebarri están abiertos «a que nos toquen la puerta las instituciones. Nos gustaría que nos tuvieran en cuenta, porque no hay empresas con proyectos como éste», afirma su gerente Martín Calzada.

Apoyo que podría enmarcarse en el Plan Integral de Movilidad Eléctrica que el gobierno de Lakua aprobó en julio. Dotado con 494 millones de euros, su fin es impulsar el sector a través de, entre otros, incentivos para la adquisición y el uso de vehículos eléctricos entre particulares, empresas y administración pública.

Si bien todavía no han tenido contacto con las instituciones, el gerente aclara que, a raíz de la presentación pública de Rieju NUUK, varios fondos especializados en reducir las emisiones de carbono han mostrado su interés en el proyecto. «Están interesados en invertir en él para obtener un retorno de aquí a cuatro o cinco años». Los directivos están valorando esa opción, pero Calzada matiza que «eso no quiere decir que sin ellos no vamos a llegar a nuestro objetivo, pero lógicamente, ayuda a ir más rápido». M.A.