«Me tomé la ultra como un super reto, gané y sobre todo disfruté»
La corredora de Uztarrotz se estrenó el 1 de setiembre en una prueba de ultra fondo –77 kilómetros– en el Campeonato de España disputado en el Valle de Tena de Panticosa. Laura Sola de Miguel se llevó el triunfo pero, por encima de todo, da importancia a «disfrutar» con lo que hace, «porque sino no me merecería la pena»; más tras haber pasado un 2015 «terrible» por unas dolencias.

Contactamos con la corredora navarra mientras disfruta de sus vacaciones pocos días después del gran esfuerzo que le llevó a ganar el Estatal.
¿Ha podido descansar del palizón tras 77 kilómetros y 6.800 metros de desnivel positivo?
La verdad es que de piernas y físico me quedé bien, mejor de lo que pensaba. Pero tengo un cansancio interno... y también noto como que tengo cansadas las vías respiratorias. Sí, un palizón. Además había pedido vacaciones esta semana y sí que las necesito. Noto cansancio general.
Vaya, de vacaciones y tener que responder a esta entrevista…
(Ríe) Esto solo me va a pasar una vez en la vida, o sea que no me preocupa.
Conocía el terreno tras haber participado en ediciones anteriores de menos distancia.
En 2015 y 2016 hice la distancia más corta que tienen allí, la de 44 kilómetros. A ese valle yo voy muchísimo, porque en invierno hago esquí de montaña allí, y en verano, desde hace un montón de años, voy a hacer monte corriendo, andando, de todas las maneras. Me encanta el Valle de Tena, así que lo conozco bien.
¿Cómo fue la carrera?
Yo nunca había hecho una ultra. Es un cambio de distancia y de desnivel brutales, pero me lo tomé como un super reto. Este año no he estado haciendo carreras; me apetecía desconectar un poco de la competición y hacer algo diferente. Esta carrera me llamaba la atención por ser allí, por la filosofía que tiene la organización. La verdad que iba cagada, pero las sensaciones fueron super buenas. Las últimas subidas se me hicieron muy duras e hizo bastante calor, pero sorprendida de poder disfrutar del recorrido y del día.
Iba un poco a lo que hacían las demás corredoras porque no conozco mi ritmo en esas distancias y tenía miedo de pasarme de ritmo. Me fui con Sofía García, subimos juntas el primer collado y a partir de ahí me quedé sola. Hasta prácticamente el final no tenía referencias, pero no quería que eso me condicionara una carrera que me tomaba como una aventura.
¿Y qué se siente al llegar a meta como vencedora?
No me lo creía, increíble. Me parecía una pasada. Me va a costar creérmelo. Fue un momento super emocionante, con mis amigos… super bonito. El haber disfrutado también fue un poco la guinda a toda la preparación.
La victoria, además, conlleva el billete para el Mundial de selecciones de Escocia. ¿Acudirá?
Eso me lo dijeron allí, porque ni lo sabía. Pero no voy a ir. Me hacía mucha ilusión preparar esta carrera en concreto, pero no es que ahora quiera hacer ultras o grandes distancias. Voy a ir sobre la marcha, lo veo un poco precipitado correr otra vez en dos semanas. Para hacer algo así, necesito mucha motivación y muchas ganas de hacerlo. Creo que no lo iba a disfrutar mucho.
Trabaja en el Departamento de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Gobierno de Nafarroa. ¿Cómo lo compagina todo?
Ahora, además, estoy pendiente de que salga oposición, estoy con otras historias personales de una mudanza… Se me amontonan las cosas (ríe). No entreno con nadie. Los fines de semana voy al monte y eso ya me lleva horas. Entre semana, un par de días corro en llano. Y en invierno hago lo mismo con el esquí.
¿Cómo y cuándo comenzó en este mundillo de las carreras?
Yo hacía esquí de montaña y por probar me apunté a una carrera para hacer recorridos chulos y más segura. Y lo de correr, me apunté a un club de Pamplona para ver si hacía algo, porque era bastante vaga, y en 2012 probé carreras de montaña en Bera, y desde entonces me gustó.
2015 fue complicado para usted por unas molestias estomacales.
A finales de 2014, tras un año muy chulo de correr, hice un viaje a Nepal. Ya en el avión de vuelta me empecé a encontrar mal y a partir de ahí fue terrible, como un año de estar muy mal. Igual fue una bacteria, eso me dijeron. Hice un año malísimo; no me encontraba bien, no remontaba. Y poco a poco le fui dando la vuelta, aunque son cosas que no acaban de estar al 100%. Ahora convivo con ello y estoy muchísimo mejor, pero tengo que tener algo más de cuidado. Tan bien como antes de esto no he vuelto a estar, pero lo tengo asumido y lo controlo. En 2016 empecé a hacer cosas.
¿Fue un punto de inflexión?
La verdad es que sí. Valoro muchísimo más estar bien cada día de monte. Es una pasada. Son cosas que marcan. Fue un proceso muy duro, pero me enseñó a disfrutar más, a buscar en cada cosa que hago el disfrute.
Y a buscar nuevos retos. Porque en un pasado no se veía corriendo carreras de más de 60 kms y mire, ha ganado una de 77.
Eso es. Intentar cumplir retos. No me apetece repetir lo mismo todos los años, sino probar otras cosas que también me hagan sentir como cuando empecé.
¿Cuáles son sus próximos retos?
Corro con Lurbel y vamos a ir al Campeonato de España por equipos para puntuar y compartir un fin de semana, porque es difícil vernos. Cuando llegue el esquí, ya se verá. También ando pendiente de la oposición. Además, como tengo la suerte de que con este equipo no me exigen nada, hago lo que quiero. Si me apetece ir a alguna carrera, me apunto, y si no, disfruto el fin de semana de otra manera, más tranquila. Sobre todo disfrutar, eso me parece lo principal, porque si no, no lo haría, no me merecería la pena.

Telleria, un pueblo burgalés que quiere ser vasco... o suizo

Eztarriak gabonetarako prest, ura bere bidean-ekin

El servicio de ambulancias de Osakidetza, de camino a urgencias

Peixoto, euskararen eskutik abertzaletu zen betiereko militantea
