Iniciada la ruta de la 66 edición de Zinemaldia, José Luis Rebordinos afronta su octavo año consecutivo al frente de un certámen que quiere apostar por el riesgo, la juventud y la calidad. Esta declaración de intenciones asoma mientras se observa la mirada vigilante y en blanco y negro de una totémica Isabelle Huppert que gobierna el cartel de este año. A modo de prólogo, Rebordinos señala que «el protagonismo de Isabelle Huppert en el cartel viene dictado por una nueva vía que hemos querido abrir en el terreno del diseño. Eso en lo concerniente a lo visual, pero un poco más a fondo de lo meramente estético, se encuentra el verdadero valor de su sentido. Huppert es una de las grandes actrices del panorama internacional y su apuesta por un modelo de cine en el que prima la calidad y el riesgo puede servir de ejemplo a nuestras aspiraciones como certámen cinematográfico. Podría simbolizar el reflejo de un espejo con el que se identifica Zinemaldia plenamente».

¿Y cómo afronta José Luis Rebordinos esta nueva edición?

Sin nervios y con ganas de que la gente disfrute del amplio y muy variado programa que hemos preparado para una edición que sobre el papel se presenta muy interesante. Más allá de lo que oferta la Sección Oficial, se pueden encontrar muchísimas sorpresas en los diferentes apartados que nutren un certámen en el que volverá a tener un gran protagonismo el cine Latinoamericano, por lo que representa una Industria siempre cargada de excelentes proyectos y que se traducirá también en el Foro de Coproducción Europa-América Latina o en Cine en Construcción.

 

La Sección Oficial ha alzado el telón e incluye un surtido de títulos que, a tenor de varios de sus firmantes, no va a dejar indiferente a nadie.

Puede sonar repetitivo pero la Sección Oficial de este año resulta muy atractiva y suculenta para quienes buscan proyectos de gran solvencia creativa y riesgo. Si me pides nombres concretos, para nosotros es motivo de orgullo que cineastas de gran talento y prestigio como Peter Strickland, Brillante Mendoza y Claire Denise entren a competición por primera vez. En lo relativo a que sobre el papel hemos incluido películas que no van a provocar indiferencia, estoy completamente de acuerdo y orgulloso de ello, sobre todo si lo que se proyecta es de gran calidad y genera debates y emociones. En el caso concreto de Claire Denis, su filme “High Life” provocó reacciones muy encontradas en su pase por Toronto. No todos los filmes provocarán reacciones tan viscerales, pero estoy seguro que los espectadores van a encontrar motivos para el disfrute.

 

La apuesta por la diversidad de géneros cinematográficos también ha quedado patente este año.

Así es y no entiendo el rechazo que pueda provocar la inclusión de títulos que son muy reconocibles en géneros como el thriller porque de lo que se trata es de ofrecer calidad y esto último no conoce término genérico alguno.

A nuestro entender, la Sección Oficial de este año es equilibrada y ofrece múltiples visiones de temas muy variados que van desde las crónicas históricas que nos revelan el desgarro de los inicios de la dictadura Argentina (“Rojo”), pasando por las singulares odiseas emocionales y físicas que tanto Valeria Sarmiento como Markus Schleinzer han enclavado en la Europa del siglo XVIII; el viaje, esta vez de índole iniciático, que protagoniza Juliette Binoche en “Visión” de Naomi Kawase o los dilemas morales y éticos que podemos encontrar en “El reino” de Rodrigo Sorogoyen y “The Innocent” de Simon Jaquemet. También tenemos un hueco para el thriller con el cineasta surcoreano Kim Jee-woon que nos presenta “Illang: La brigada del lobo”, una adaptación muy feroz del anime del iconográfico Mamoru Oshii (“Ghost in the Shell”) y el explosivo acercamiento al narcotráfico en Filipinas que Brillante Mendoza ejecuta con “Alpha, The Right To Kill”. En esta variedad también encontramos una comedia romántica de estilo clásico como es “El amor menos pensado”, y el brutal encontronazo con la realidad que nos plantea “Blind Spot”, una historia muy dura que ha sido filmada mediante un único plano secuencia por Tuva Novotny.

 

Judi Dench, Hirokazu Kore-eda y Danny DeVito.

Tres grandes Premios Donostia (sonríe). En el caso de Judi Dench nadie cuestiona que es una de las grandes damas de la interpretación. En el caso de Danny DeVito muchos tan solo se quedan con su vertiente de cómico, pero hay que recordar que ha dirigido películas como “La guerra de los Rose”. También queríamos reconocer su labor de productor de cineastas como Quentin Tarantino, Steven Soderbergh y Milos Forman. Finalmente, el premio destinado a Hirokazu Kore-eda forma parte de esa línea de premiar a otro tipo de personalidades relacionadas con la industria cinematográfica y que no son intérpretes. Kore-eda es un autor muy querido en Zinemaldia y eso es algo recíproco. Este año viene con su último filme, “Shoplifters”, que fue galardonado en Cannes con la Palma de Oro. 

 

¿Qué opina de la polémica generada en Cannes sobre las plataformas?

Cannes es consciente de que muchas plataformas cuentan con proyectos de gran valor creativo pero su problema se fundamenta en una base legal del Estado francés relativa a la comercialización de estas producciones. Venecia ha aprovechado esta coyuntura y ha incluido algunos de estos proyectos, entre los cuales figura una de las películas que pretendíamos este año, “Roma” de Alfonso Cuarón. Tarde o temprano habrá que llegar a un entendimiento.

 

«Este año se confirma el gran estado de forma del cine vasco»

En relación a cineastas vascos, lo  acontecido en ediciones pasadas ha dejado de ser algo testimonial.

Creo que el gran estado de forma por el que atraviesa el cine vasco es una realidad incontestable. Me refiero a la gran calidad de una serie de proyectos de los cuales nos sentimos muy orgullosos porque, en gran medida, llevan la firma de autores a los que hemos seguido al detalle desde sus comienzos. Zinemaldia siempre está ahí para apoyar estas películas que, no solo han sido rodadas por autores vascos, sino que además han sido filmadas en euskara, lo cual le otorga al conjunto un plus mayor de satisfacción. Estos años estamos viendo la cosecha de creadores de la generación Kimuak, una iniciativa que resulta fundamental para entender semejante movimiento creativo. A ello habría que añadirle el respaldo de Lakua y ETB y los diversos talleres que, por ejemplo, se dan cita en Tabakalera.

 

¿Qué cosecha de cineastas vascos nos espera en esta edición?

Este año se confirma la línea ascendente ya que, en las diversas secciones de Zinemaldia, hemos incluido 20 proyectos. La cifra más alta en toda nuestra historia y eso, más allá de lo anecdótico, supongo que querrá decir algo positivo. En cuanto a las producciones que podrán ser visionadas, topamos por ejemplo en la Sección Oficial con el último trabajo de Telmo Esnal, “Dantza”, que aprovechó el Premio de la Industria Glocal in Progress para dotar a su filme de una postproducción muy potente. 

También podrán ser visionadas “Oreina” de Koldo Almandoz, la gran apuesta animada de Fermin Muguruza con “Black is Beltza”, el filme colectivo dedicado a Sarrionandia “Gure oroitzapenak” y la posibilidad de volver a disfrutar de “Errementari” de Paul Urkijo. Podría citar cada una de las propuestas que incluye el programa pero, ante todo, predomina la idea de que nos encontramos ante un presente que ha generado mucha ilusión. A todo ello habría que sumar “Gigantes” de Enrique Urbizu. Koldo LANDALUZE