Floren Aoiz
@elomendia
JO PUNTUA

Hoy vengo a hablar de mi libro (esto es, de Del Burgo)

Sorpresón: el PP decide reconocer implícitamente el profundo nexo entre Araba, Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa eligiendo a Jaime Ignacio del Burgo como experto para redactar el nuevo estatus para la CAV. Toda una vida dedicada a ocultar y desenfocar nuestras fuerzas centrípetas como pueblo para acabar con un nombramiento que demuestra que todo fue puro artificio. Lo han hecho para jorobar, por supuesto, pero es obvio que podían haber elegido a otra persona, de modo que optar por Del Burgo dibuja, muy a su pesar, una versión –siquiera temporalmente– restaurada del famoso jarrón roto de Telesforo Monzón. Y es que Jaime Ignacio dejó escrito que «una imagen vale más que mil palabras (…) y la mera existencia de dos gobiernos y dos parlamentos en Pamplona y Vitoria serviría por sí misma para fortalecer la identidad navarra», traducido, para asegurar la división territorial. Según su propia lógica, la imagen de su presencia en esta comisión vale más que mil palabras y sirve para fortalecer la identidad vasca de los cuatro territorios peninsulares, o, si queremos, vasconavarra, por mucho que todos sepamos que su pretensión es exactamente la contraria.

Ya he anunciado que iba a hablar de mi libro, más bien de mi aportación a un libro a tres en el que me tocó escribir sobre Del Burgo, también conocido como El Cabezónico y no, no me he equivocado al colocar la tilde. Quien tenga más interés en esta cuestión, podrá ver en el libro hasta qué punto la trayectoria de Jaime Ignacio nos ilustra sobre la relación entre el franquismo y la derecha españolista actual, cuya agenda tiene más que ver con el monstruo que por fin dejará de tener su lujoso mausoleo que con las ansias de libertad de nuestra sociedad. Pero no pensemos mal, seguro que es casualidad que precisamente cuando se decide sacar el cadáver de Franco del Valle de los Caídos, el PP reflote a Jaime Ignacio del Burgo.