R.S.
DONOSTIA

Marlaska dice que en Irun «no hay devoluciones, sino que son readmisiones»

El ministro de Interior español recurrió en el Senado a eufemismos para minimizar las devoluciones en caliente en la muga de Irun. Las llamó «readmisiones» y dijo incluso que «no queremos que se vayan».

Los últimos datos ofrecidos por las autoridades españolas y francesas y publicados por GARA en julio apuntan a más de una devolución en caliente al día en la frontera de Irun durante el último año. El número podría haberse incrementado mucho en los últimos meses, dado que migrantes han referido haber sido entregados en la muga hasta seis veces. Así las cosas, el ministro de Interior español, Fernando Grande-Marlaska, fue interpelado ayer en el Pleno del Senado por el electo de Podemos y natural de Irun Josetxo Arrieta. Sin querer justificar abiertamente esa práctica, lo más llamativo fue el recurso de Marlaska a eufemismos para tratar de quitarle hierro.

Por un lado, el ministro pidió que no se etiqueten esas entregas como devoluciones en caliente sino como «readmisiones», aunque Arrieta fue claro al recordar que son fruto de «controles sistemáticos» en la frontera (e incluso más lejos) y que las personas migrantes son devueltas al otro Estado sin posibilidad de defensa jurídica y «en furgonetas sin indicativos».

También se apoyó Fernando Grande-Marlaska en la reunión que mantuvo con el presidente de Senegal, Macky Sall, en la que afirma que este le reconoció que «somos conscientes de que ustedes no pueden absorber tal flujo de personas». «Y nosotros tampoco queremos que se vayan», añadió el ministro en alusión a los entregados en Irun.

Tras declararse «impactado»&flexSpace;por esa entrevista con el mandatario senegalés, Grande-Marlaska hizo hincapié en que esta cuestión migratoria debe ser abordada por el conjunto de Europa «y también de África», mediante criterios de «seguridad y control de fronteras, pero también, y a un nivel superior, de derechos humanos». En ningún momento de su respuesta detalló, no obstante, cuál es la razón de estas devoluciones en caliente y si no hay modo de evitarlas.

El senador de Podemos le había puesto sobre la mesa la contradicción que suponen estas prácticas respecto a la libre circulación de personas establecida en el espacio Schengen. Aquí matizó Grande-Marlaska que ese acuerdo «posibilita los controles por razones de orden público», a lo que añadió un elogio a la colaboración que mantienen las autoridades españolas y francesas. En Irun cerca del 80% de las expulsiones se producen desde el norte al sur, pero en el caso restante son las policías españolas las que expulsan a migrantes que han pasado desde el Estado francés.

Además de cuestionar la «debilidad de Schengen», Arrieta censuró este modo de «control interior basado en el perfil étnico de unas personas a las que habría que ponerles cara y decirles ‘ustedes están excluidos no porque hayan cometido una falta, sino porque ustedes mismo son una infracción’». Reclamó abandonar estas prácticas antes de que «nos aparezcan Salvinis por todo el continente». Marlaska dijo estar de acuerdo con casi toda su exposición.