Victor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

De Donostia a Sitges

La enfermedad (mental) festivalera consiste básicamente en organizarse el calendario anual en función de los grandes certámenes cinematográficos. No importan las necesidades del cuerpo, lo único que preocupa es poder plantar la bandera en todas las grandes plazas de la cinefilia mundial: en febrero, Berlín; en mayo, Cannes. En verano, coronar el «tourmalet» compuesto por Locarno, Venecia, Donostia y, por supuesto, Sitges.

Sin apenas tiempo para recuperar una pequeña fracción de las horas de sueño perdidas en Zinemaldia, nos metemos de lleno en la fiesta que, precisamente, más noches en vela promete. Llega la 51ª edición del Festival de Cine Fantástico más prestigioso del mundo, y nosotros lo preparamos con los deberes que nos pone la plataforma de VOD que mejor nos trata esa –bendita– enfermedad festivalera.

En Filmin encontramos una deliciosa selección de 50 títulos emparentados por uno de los grandes genios del terror literario. El prolífico Stephen King se muestra aquí como centro del universo de una colección de autores inspirados por su obra... pero que a la vez inspiraron alguno de sus libros. Círculo perfecto, que nos sirve para conocer mejor la programación de este año en Sitges.

Empezamos pues por el principio, es decir, por la película que servirá como apertura en la cita catalana. Se trata de “Suspiria”, de Luca Guadagnino, remake del legendario giallo de idéntico título, filmado en 1977 por el no menos legendario Dario Argento. Ahí vamos.

Porque más cuarenta años después, y más allá de algún atajo de guion perdonable, es sorprendente (incluso emocionante) comprobar lo bien que aguanta esta cinta cuyo terror se basa primero en la sensorialidad, y luego en una gestión del misterio que huye elegantemente de la literalidad a la que nos han acostumbrado las imágenes del cine de género moderno. El resultado es un festín espectacular para los sentidos. Una joya estética que además no ha perdido ni un ápice de su poder perturbador original. Esa misteriosa escuela de danza berlinesa, donde transcurre la práctica totalidad de la acción, sigue suponiendo una potentísima base en la que levantar una de esas pesadillas fantásticas que nos acompañará, seguro, durante muchas noches. Lo sabe Guadagnino, y ahora también los que volvamos a Argento.

Aunque para regresos, el de Peter Weird. El maestro cineasta australiano recibirá en Sitges un Premio Honorífico en reconocimiento a su impresionante carrera. En Filmin encontramos una de sus películas más definitorias. “Picnic en Hanging Rock”, adaptación de la novela homónima escrita por Joan Lindsay, es una mezcla casi perfecta entre intriga y drama de época.

La historia nos sitúa en el San Valentín del año 1900, día en el que tres jóvenes estudiantes y su profesora desaparecieron sin dejar rastro. Otro misterio para la colección; un incidente al borde del suceso paranormal, en el que Weir se crece. Empapándose de la subyugante belleza paisajística aussie, crea en nosotros una extraña sensación de desasosiego que, como manda el dogma de Sitges, nos mantiene los ojos abiertos cuando cae la noche.