¿Qué siente el director de un museo cuando se celebran 110 años de andadura, como es el caso del Museo de Bellas Artes de Bilbo?

Muy orgulloso, de alguna manera haciendo bueno lo que han hecho los demás que me han precedido, porque lo que estamos presentando hoy es como un homenaje a la propia historia del museo. A su arquitectura original, a la colección, a los que la han hecho –tanto coleccionistas privados como las instituciones que han velado por el museo–.

Hoy es una conmemoración dedicada a quienes han hecho posible que hoy podamos estar celebrando los 110 años de un museo que es uno de los más importantes del Estado y un museo singular en el ámbito europeo. Me parece que es para sentirnos orgullosos.

La reforma de una parte del museo trajo consigo una imagen más contemporánea del mismo: nueva imagen y un diseño renovado… ¿Qué es lo que han buscado con esta nueva reforma?

De alguna forma queremos dar continuidad a aquella reforma que se hizó el 2001. Y es el mismo arquitecto, Luis Mari Uriarte, el que nos ha ayudado a cambiar la piel del edificio antiguo del museo. En realidad creo que se trata de completar aquel trabajo que se hizo de reforma y modernización del museo. Eso no quiere decir que no le falte buscar de cara al futuro más espacio y buscar otras alternativas de extensión.

Su última etapa como director fue en el Museo del Prado de Madrid. ¿Qué encontró al llegar a Bilbo?

Yo me encontré con una ciudad cambiada. En 15 años ha cambiado el mundo, no solo Bilbao. Y en esta ciudad cambiada, en el entorno del museo se ha dado todo un desarrollo urbano de la plaza Euskadi; la torre y todo eso es nuevo para mí. Hace 15 años todo eso eran proyectos. Creo que la apuesta por el arte y la cultura ha sido una apuesta muy relevante que han hecho las instituciones, y yo creo que el Museo de Bellas Artes de Bilbao participa de alguna manera, o debe participar de la forma más dinámica en desarrollar prácticamente esa apuesta por el arte y la cultura que es Bilbao en la actualidad.

¿En su opinión, el Museo de Bellas Artes cumple esas funciones? ¿O está a la sombra de otro museo más potente como es el Guggenheim?

¡Yo creo que ya casi todo Bilbao esta a la sombra del Guggenheim! También creo que son museos diferentes. Incluso con funciones diferentes. El tipo de éxito de un museo como el Guggenheim no se puede exigir a un museo como el nuestro. Cada museo tiene su papel, y posiblemente el Museo de Bellas Artes de Bilbao tiene un papel complementario al Guggenheim; complementario en el sentido de ofrecer la calidad de su arte y lo singular del arte vasco y ofrecérselo a este público internacional que se acerca a Bilbao. Pero también, un museo muy cercano a la ciudadanía, muy cercano a la educación y a convertirse en un lugar de encuentro cultural y artístico para el conjunto de la comunidad.

¿Cree que se está consiguiendo eso o quizá sea uno de sus grandes retos?

Nadie lo sabe exactamente, pero se habla de entre un 5 y un 8% de la gente que visita el Guggenheim y también visita este museo. Yo creo que ahí hay un margen de crecimiento importante. Pero sin olvidarnos del público local, un público cercano con el cual tenemos que interactuar constatemente, de una forma más proactiva de lo que hace el museo.

Comentaba el otro día en GARA el galerista y profesor de Bellas Artes Fito R. Escudero que en Bilbo, a diferencia de otras ciudades, no hay apenas galerías de arte. ¿En su opinión, cuál es el papel del arte en esta ciudad? ¿Qué función debe cumplir el Museo de Bellas Artes?

Nos equivocaríamos apostando solo por el escaparate del arte en Bilbao. Es muy importante cuidar el tejido artístico y creativo. Al margen de la iniciativa de las instituciones y los museos públicos, tenemos que apostar para que también la sociedad y el mercado del arte sean activos y dinámicos; yo creo que es muy importante velar por eso. Convertirnos solo en una ciudad donde mostramos grandes exposiciones o que se acerquen grandes eventos relacionados con el arte es quedarnos solo en la superficie. Posiblemente el nuestro es uno de los escenarios artísticos más interesantes, el de nuestro país. Tenemos que saber poner en valor esa dinámica artística que tenemos.

Este aniversario viene acompañado de dos grandes exposiciones: una, diseñada con 110 obras del museo, y otra, que se acaba de inaugurar con el Alfabeto del Museo diseñado por Kirmen Uribe.

También me gustaría destacar una tercera exposición como la que hicimos en “Artearen ibilbidea”. Era una exposición itinerante por todos los pueblos de Bizkaia. Fue un proyecto para celebrar el aniversario. Queríamos extender el conocimiento del museo por todo el territorio vizcaino, sacando el museo a la calle. Callejear con las obras de arte del museo.

La exposicion “110 años. 110 obras” era como una visión esencial de la calidad y de la longevidad histórica de este museo. Y nos quedaba este último round del 110 aniversario, volver a montar la colección buscando otras historias, otras narrativas. El trabajo que ha hecho Kirmen Uribe seleccionando estas más de 300 obras de nuestro museo y contando estas pequeñas historias demuestra la riqueza y la variedad de las colecciones de nuestra pinacoteca.

Han dejado en manos de un escritor toda una colección de obras artísticas…

Kirmen siempre ha estado a las puertas del museo. En todas sus novelas aparecen obras de este museo. Cuando contacté con él para la posibilidad de hacer este proyecto fue muy fácil convencerle. Cabe señalar que ha sido un trabajo muy enriquecedor, para él –yo creo– y para los profesionales del museo que han ido seleccionando aquellas obras según iban apareciendo las palabras que elegía el escritor. Ha sido un trabajo muy válido para volver a mirar el conjunto de 14.000 obras de la colección que tenemos en el museo y ver cuáles de esas 14.000 obras eran las más interesantes para las historias que pretendíamos contar con el abecedario.

 

«Queremos abrir el museo a los retos de la sociedad»

Miguel Zugaza se ha presentado en sociedad durante los actos de este 110º aniversario. Desde que accedió al cargo apenas se le ha visto en medios y actos públicos. Ahora relata los retos que se le presentan al museo bajo su mandato. «Estamos ultimando el plan estratégico que queremos presentarlo y aprobarlo en diciembre, y ahí yo creo que el museo, quienes trabajamoa en él, vamos a expresar las aspiraciones de cara al futuro, para que este se convierta en un instrumento de cultura y educación para la sociedad», afirma.

El director señala que aspiran «alargar el discurso de nuestra colección y extenderlo espacialmente; con nuevos espacios que nos permitan desarrollar plenamente nuestra capacidad de actuación, y al mismo tiempo extender también nuestros horizontes intelectuales, que el museo pueda abrirse a la reflexión de la sociedad, que compagine con los retos que tiene la sociedad y que acompañe de alguna manera a las aspiraciones sociales y culturales de nuestra ciudadanía».

Preguntado sobre el espacio que va a ocupar el arte vasco en la pinacoteca bilbaina, adelanta a GARA la exposición que se inaugurará en noviembre: «Dentro de un mes inauguramos la segunda parte del edificio moderno con la exposición ‘Después del 68’, que nos va a permitir hacer una reflexión en torno a los últimos 50 años en el arte vasco. Creo que va a situar muy bien el papel que en el futuro queremos que tenga el arte contemporáneo vasco». Las obras de Oteiza, Chillida o Ibarrola compartirán espacio con artistas de plena actualidad.P.G.