Aritz INTXUSTA
MEMORIA HISTÓRICA

EN MEMORIA DEL TERCIO DE SANJURJO

EL GOBIERNO NAVARRO Y EL ARAGONÉS CELEBRARON AYER UN ACTO DE MEMORIA EN LA MAYOR FOSA COMÚN DE NAVARROS FUERA DEL HERRIALDE. SE TRATA DE LOS «VOLUNTARIOS» QUE SE ALISTARON BAJO AMENAZA DE MUERTE EN EL TERCIO DE SANJURJO Y ACABARON FUSILADOS.

Puri ya no acostumbra a salir de su pueblo, Mélida, al norte de Las Bardenas. Esta anciana de 87 años necesitó que la ayudaran para subir al atril en el cementerio de Torrero, en Zaragoza. Se esforzó mucho para contar a todos una pena que guarda desde que solo había visto cinco primaveras. Era la última carta de su hermano Vicente Pérez, de 20 años, a quien mataron en ese lugar después de haberse alistado en el Tercio de Sanjurjo. En ella les decía que estaba bien, que juraría la bandera al día siguiente, que le habían dado de comer y puesto una inyección.

Fueron 225 los navarros que, tras ser llamados al cuartel de la Guardia Civil de sus respectivos pueblos, creyeron que, apuntándose a este Tercio, lograrían eludir una muerte segura. Y quizás también, salvarían así a sus familias de los matones. Fue un engaño. Los ejecutaron a todos en el Campo de San Gregorio una semana después de que el hermano de Puri escribiera aquella carta.

La mayor fosa común de navarros de 1936 fue la del Tercio de Sanjurjo en Zaragoza. La Bandera, Legión o Tercio de Sanjurjo estuvo compuesta principalmente por navarros, pero había también riojanos y aragoneses. En total, cerca de 600 de los llamados «desafectos» al golpe de Estado.

«En mi pueblo pasaron cosas horribles. Un fascista fundó la Bandera de Sanjurjo, un criminal que cogió a 16 jóvenes del pueblo y los llevó a Zaragoza», leyó Puri muy despacito por la emoción. Ella fue también una de esas familiares que, en el año 79, acudieron a la fosa a desenterrar a los suyos y a llevárselos a casa. Nunca supieron si los restos que se llevaban eran los de sus parientes o los de otras personas. Les dio igual. Entonces, las familias de las víctimas tenían muy claro que todos los de la fosa formaban parte de una terrible historia conjunta.

Reconocimiento

Paolo Albanese, alcalde de Sartaguda, recordó de entre quienes acudieron con las palas a Salvador Miguel, a Jimeno Jurío y a Felipe Marín, el marcillés que logró huir del Tercio antes de que los enviaran al paredón y que después desveló esta cruel historia. Dice que los fusilamientos duraron una semana entera. Hasta el 10 de octubre. En la historiografía militar oficial, en el Tercio Sanjurjo solo participaron aragoneses. Así ocultaron la operación de exterminio de navarros y riojanos.

El acto tan tardío de ayer es el primer gran acto de memoria y reconocimiento a estos 225 navarros. Finalmente, la lehendakari Uxue Barkos no pudo estar presente, aunque desde el Gobierno se había dado a la fecha de ayer la misma importancia que al acto en el campo de Gurs y al de reconocimiento a los protagonistas de las exhumaciones tempranas celebrado en el Parque de la Memoria. Barkos se excusó por enfermedad. Sí estuvieron presentes las presidentas de los Parlamentos de Nafarroa y Aragón. Intervino la consejera navarra Ana Ollo, y el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, quien cargó contra la «amnesia retrógrada».

Un monolito a los ejecutados dejó constancia de que Nafarroa se niega a olvidarles.