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GAZA, DE NUEVO BAJO LAS BOMBAS

Una operación encubierta israelí desata otra oleada de bombardeos y cohetes

Al menos diez palestinos y un soldado israelí murieron en la nueva oleada de bombardeos sobre Gaza y disparos de cohetes hacia Israel, detonada por la operación encubierta de soldados israelíes en el enclave palestino. Las facciones palestinas lanzaron hasta 300 cohetes, según el Ejército israelí, que atacó a su vez decenas de objetivos en la Franja.

Una operación de las fuerzas especiales israelíes en Gaza ha encendido de nuevo la tensión en Palestina y ha vuelto a desatar un intercambio de bombardeos y lanzamientos de cohetes en el desigual enfrentamiento con las facciones palestinas, a consecuencia de los cuales murieron al menos una decena de palestinos y un militar israelí.

Aunque la tensión ya era elevada en los últimos meses –por los ataques contra las protestas de la Gran Marcha del Retorno que los palestinos llevan a cabo desde marzo y que han provocado más de 200 muertos– , su aumento el domingo por la noche llegó de forma inesperada.

Una operación de soldados israelíes en el enclave fue en esta ocasión el detonante. Se trataba de una operación encubierta en el interior de la Franja de Gaza, según el Ejército sionista, que desmintió que tratara de matar o capturar a dirigentes palestinos, como acusó Hamas.

El brazo militar del movimiento islamista señaló que los soldados sionistas lograron infiltrarse a bordo de un vehículo civil y llegaron a penetrar tres kilómetros en la Franja. Pero fueron detectados por una patrulla palestina al este de la localidad de Jan Yunis.

Teniente coronel israelí

En el intercambio de disparos con esta patrulla murió un teniente coronel israelí y otro oficial resultó herido. Aun así, el Ejército aseguró que toda la unidad, con el cuerpo del fallecido, consiguió regresar a Israel.

Según las brigadas palestinas, el vehículo emprendió la huida protegido por disparos de la aviación israelí hasta llegar ante la valla fronteriza donde un helicóptero evacuó a los miembros del comando.

En estos ataques murieron siete palestinos, entre ellos Nur Barak, un responsable de las brigadas Ezzedine al-Qassam, así como otros cinco miembros de esta milicia. El séptimo fallecido pertenece a los Comités de Resistencia Popular, alianza de varios grupos armados.

Seguidamente comenzaron los lanzamientos de cohetes hacia Israel, con al menos 17 proyectiles en ese primer momento, de los que tres fueron interceptados por el sistema de defensa israelí.

Ayer, después de una mañana en relativa calma en la que se celebraron los funerales por los fallecidos, las milicias palestinas comenzaron de nuevo los lanzamientos de decenas de cohetes, al menos 300 según fuentes oficiales israelíes, que indicaron que provocaron cerca de una decena de heridos.

Uno de los cohetes alcanzó un autobús y el servicio de emergencias Estrella de David Roja informó de que entre los heridos que atendía se encontraba un soldado de 19 años «en estado crítico, que fue evacuado al Hospital Soroka», en la ciudad de Bersheva. Otras seis personas fueron heridas de carácter leve por esquirlas de metralla en varias comunidades periféricas. El Ejército aseguró que su sistema de defensa interceptó al menos 60 de estos cohetes y, a su vez, replicó con más bombardeos.

Así, aviones de combate, helicópteros y tanques israelíes respondieron atacando al menos veinte objetivos que atribuyeron a Hamas, entre ellos el edificio de su canal de televisión, y a la Yihad Islámica, aunque en ellos fue alcanzado un edificio de la Universidad de Gaza en el barrio de Tel al-Hawa.

En estos ataques murieron al menos tres personas –dos de ellas identificadas como Mohamed Zakaria Ismail al-Tatari, de 27 años, y Mohamed Zuhdi Hassan Ode, de 22– y otras nueve resultaron heridas, según el Ministerio de Sanidad gazatí.

Milicianos del FPLP y Yihad

Medios palestinos identificaron a ambos como miembros de las Brigadas de Ali Mustafa, brazo armado del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), aunque este extremo no fue confirmado oficialmente.

Poco después se informó del tercer muerto en el este de Rafah, en el sur del enclave, identificado como Hamad al-Nahal, de 23 años, miliciano del brazo armado de la Yihad Islámica, Saraya al-Quds, según reivindicó la propia milicia.

«Hamas está llevando a Gaza a la destrucción y sentirá la intensidad de la respuesta del Ejército en las próximas horas», advirtió el portavoz militar sionista Ronen Manelis.

Por su parte, el Centro de Operaciones Conjunto de las Facciones Palestinas aseguró que respondían «al crimen del día anterior», en un comunicado en el que hablaron en nombre de los diferentes grupos armados de la resistencia «que han comenzado a atacar posiciones del enemigo con decenas de cohetes». Este órgano agrupa a las milicias Al-Qassam de Hamas, los batallones Al-Quds de la Yihad Islámica, las brigadas Ali Mustafa del FPLP, las brigadas de Resistencia Nacional del FDLP y los Comités de Resistencia Popular.

Desde el domingo Israel esperaba la respuesta a su operación en Gaza, puesto que tras la operación que provocó los enfrentamientos se hicieron sonar las alarmas en las ciudades y se reforzó el despliegue militar en la frontera.

Además, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, anticipó su regreso de París y reunió ayer al ministro de Defensa, Avigdor Lieberman y a los responsables de seguridad de su Gobierno.

Golpe a la negociación cuando Qatar acababa de entregar el primer pago de su ayuda

El nuevo repunte de la violencia en Gaza se produce cuando Egipto y la ONU intentaban mediar entre Israel y Hamas para calmar la tensión de los últimos meses y se hablaba de un principio de acuerdo. El analista político gazatí Hassan Abdo señaló a Efe que lo ocurrido el domingo «supone una clara violación por parte de Israel de los entendimientos negociados para restablecer la calma en Gaza», y lo calificó como «una puñalada en la espalda de Egipto, Qatar y a los esfuerzos de Naciones Unidas».

Para el miembro del buró político de Hamas, Musa Abu Marzuq, es una prueba de que «la ocupación israelí no cumple ningún acuerdo», y afirmó que «este ataque reveló el comportamiento hipócrita de Israel» ante la comunidad internacional. Una de las iniciativas ligadas a esa mediación fue el compromiso de Qatar de entregar, en los próximos seis meses, 150 millones de dólares para aliviar las duras condiciones de vida de Gaza, consecuencia del bloqueo israelí, especialmente a través del pago de la factura de la electricidad, de salarios que se adeudan a los funcionarios y de ayuda a las familias más pobres.

«Qatar busca resolver los problemas de la población de Gaza de forma permanente y continua», aseguró Mohamed Ammadi, presidente del comité qatarí que trabaja para la reconstrucción del enclave, que subrayó que el apoyo de su país «es al pueblo palestino y no a las facciones», y afirmó que «mantenemos lazos buenos y equilibrados con todas las partes». El emirato qatarí comparte la línea islamista de los Hermanos Musulmanes y Hamas.

La semana pasada, unos 23.000 funcionarios de Hamas pudieron cobrar parte de los salarios que tenían pendientes gracias al primer pago de 15 millones de dólares de la donación qatarí para ese fin. Es el primero de los seis plazos que Qatar entregará a las autoridades de la Franja, bajo la garantía de que todo el dinero irá destinado a los funcionarios.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió el permiso dado por Israel a la transferencia hecha por Qatar en el marco de las negociaciones para frenar las protestas de Gaza. «En este momento, es el paso oportuno», argumentó Netanyahu, quien lo describió como «una cuestión de alternativas». «Cada acción, sin excepción, tiene un precio», indicó.

La Autoridad Palestina, presidida por Mahmud Abbas, rechaza esta inyección económica, y acusó a Hamas de explotar la difícil situación de los palestinos para «permanecer en el poder y socavar el proyecto nacional palestino».GARA