Jon ORMAZABAL
FINAL DEL CUATRO Y MEDIO 2018

Una txapela supersónica

El Big Bang que ha supuesto este 2018 en la carrera de Joseba Ezkurdia parece no tener freno y, despojado de esa losa que le llegó a bloquear en el pasado, el de Arbizu ha tomado una velocidad de crucero que parece inalcanzable para el resto. En una gran final jugada de poder a poder, ni la magia de Altuna pudo frenar la celeridad del de la Sakana.

ALTUNA III 17

EZKURDIA 22


La velocidad es, hoy por hoy, uno de los elementos determinantes en todos los deportes modernos y la pelota, al menos en este Cuatro y Medio, también ha caído en sus garras y Joseba Ezkurdia ha atropellado a todos los rivales que se le han puesto por delante para calarse su primera txapela individual, ese último escollo que le faltaba para instalarse en la elite de este deporte que lo cautivó desde muy pequeño, cuando aprovechaba cualquier pared de su Arbizu natal para golpearla con esa pelota que guardaba en su bolsillo. Las cualidades siempre han estado en ese cuerpo de casi dos metros, pero es ahora, una vez conseguida esa confianza necesaria para desarrollarlas, cuando esa energía acumulada ha estallado para revertir el orden establecido en la pelota.

Y lo bueno para el de la Sakana, para el pelotazale en general, pero también para Jokin Altuna, es que el triunfo del navarro llegó en una final sin reservas, disputada de poder a poder, en la que los dos aspirantes mostraron su repertorio, pero en la que se terminó imponiendo el frenético ritmo con el que Ezkurdia ha terminado despojándose de todos los rivales durante este campeonato.

En un Nafarroa Arena que parecía diseñado para sus cualidades, el saque y el dos paredes, también la volea, le funcionaron a la perfección al de Arbizu para mandar sobre la cancha y desgastar a un Altuna que nunca se dio por vencido.

Sin retrovisor

Enseguida se comprobó que la final poco o nada tendría que ver con el segundo partido de la liguilla, ese en el que Ezkurdia ninguneó al campeón. El azul sí se pareció al del Atano en todo momento, pero delante se encontró con otro Altuna, un Altuna que, sin llegar a su nivel óptimo tiró de magia, pero también de defensa y aguante, para agarrarse a una final en la que le tocó jugar con el aire en contra desde el principio.

Y es que, a pesar de que dejara sin devolver un primer saque que parecía restable, Joseba Ezkurdia salió con las ideas muy claras, sin la más mínima opción de vacilar o dar un paso atrás y dispuesto a ser el que pusiera el ritmo a la final. Soltando con todo a cada pelotazo, poco le importó al de la Sakana que el frontis del Nafarroa Arena hiciera extraños, las estorbadas mutuas, que la pelota se perdiera bajo las gradas en pleno momento de efervescencia o que una falta de saque frenara su mejor racha. Todos esos detalles podían paralizar al viejo Ezkurdia, no a este que se ha olvidado de mirar por el retrovisor.

Así pegó el navarro el primer estirón (4-9), pero enfrente se topó con un Altuna que dio mayor lustre a su victoria. Lejos de dejarse llevar por la furia del huracán desatado en el Arena, el de Amezketa se vació en defensa para agarrarse a un partido que solo su arte podía voltear. Y cerca estuvo de lograrlo, porque apurando al milímetro la chapa y los ángulos, tras dos enormes y pelotazos tantos, consiguió adelantarse 15-14, lo que para cualquier otro mortal hubiera supuesto una quimera.

Pero tampoco esto logró frenar a Ezkurdia. Altuna envió una pelota al colchón de abajo, Ezkurdia puso de nuevo esa marcha extra que, esta vez sí, terminó por arrollar a un Altuna que acusó todo el esfuerzo realizado para alcanzarle.

2018, un año mágico refrendado con el liderato en el ranking

Con la irrupción de pelotaris como Jokin Altuna o Iker Irribarria, la inmediatez parecía haberse apoderado también de este nuestro deporte, pero Joseba Ezkurdia recupera ese viejo mantra de que es a partir de los 25 años cuando un pelotari alcanza su mejor momento deportivo. Al delantero de Arbizu este estado óptimo le ha llegado a los 27 años, en un 2018 mágico para sus intereses, que ayer rubricó con su primera txapela individual, la del Cuatro y Medio.

El título del Parejas, conseguido con otro pelotari de la Sakana como José Javier Zabaleta tras un comienzo muy malo, parece haber sido una especie de punto de inflexión en la carrera de Joseba Ezkurdia, que además también fue tercero en el Manomanista y que ha puesto la guinda al pastel con su primera lana en solitario, obtenida además en la primera final disputada en un lugar emblemático como el Nafarroa Arena, que ha puesto a Iruñea en el mapa de las grandes citas manistas.

Aunque este mismo verano, ya con su primera txapela, le costó convertirse en fijo en las grandes programaciones estivales, no cabe duda de que Ezkurdia es el pelotari del momento. Y no es una mera cuestión de sensaciones. Los números, que no entienden de sentimientos, así lo corroboran. Y es que, con su título en el acotado, el de Arbizu supera a su rival de ayer en el ranking para alzarse hasta el primer puesto, posición que mantendrá, al menos, durante los próximos cinco meses, hasta el término del Parejas, el campeonato que más puntos da.

Al campeón le tocará defender txapela, pero este nuevo Ezkurdia ha ganado estatus y no tendrá a sus espaldas a Rezusta ni a Zabaleta.J.O.