Desde las redes sociales, el gaztetxe alertó de que se trata de un desalojo y realizó un llamamiento a acudir a mostrar apoyo. Así, cientos de jóvenes acudieron a la llamada e improvisaron protestas frente al cordón policial, que durante la mañana se expandieron por el Paseo Sarasate, donde se produjeron los primeros heridos –a un joven le partieron la nariz– tras las primeras cargas de la Policía española.

La protesta avanzó hasta la puerta del Parlamento navarro. Mientras se coreaban lemas como «Ez gaituzue geldituko» y «Gaztetxea, gure etxea», los jóvenes intentaron rodear el Parlamento, algo que la Policía española impidió a porrazos. Vuelta a Alde Zaharra. Tras unas horas de relativa calma, volvieron a reunirse a las 18.00 en la calle Mercaderes para celebrar una asamblea vecinal a la que asistieron cientos de jóvenes

Cuando tomaron la palabra, sus portavoces criticaron la gestión de Geroa Bai en este asunto, y también en otros como el de Huerta de Peralta, el hostal de Unzu o el propio TAV. Asimismo, calificaron el desalojo de «mezquino y rastrero», para a continuación emprender una kalejira que recorrió las calles de Alde Zaharra y que reunió, de largo, a más de 2.000 personas, aunque la morfología de las propias calles del barrio dificultase un recuento preciso.

Tras una parada frente a la sede del PNV, contra la que se arrojaron varios huevos y pintura, la kalejira llegó a su fin en la calle del Carmen, en las inmediaciones del gaztetxe. El Gobierno de Nafarroa aseguró a las 21.00 que la inspección técnica continuaba, mientras cientos de jóvenes protestaban frente a los antidistubios de la Policía Foral. Un petardo cayó a los pies de varios agentes y estos no dudaron en disparar proyectiles de goma y propinar porrazos a los jóvenes –un joven recibió un impacto en el pecho–, que se dispersaron por las calles de Alde Zaharra.

Al cierre de esta edición, las cargas continuaban y el balance de heridos superaba la decena, además de varios identificados.

Desalojo «limpio»

El Juzgado de Instrucción número 4 lleva una causa contra 22 jóvenes por un delito leve de «usurpación» y a estos han de sumarse cuatro menores cuya causa derivó a un tribunal específico. Cinco de estas personas fueron identificadas en el momento de la okupación, en septiembre de 2017, y el resto, en el momento del desalojo frustrado de agosto pasado.

La solicitud de inspeccionar el edificio se enmarca dentro de este procedimiento, que se encuentra en su fase final y casi a la espera de fijar fecha para el juicio. El Gobierno de Nafarroa (denunciante) solicitó a finales de diciembre que se realizara un informe técnico de daños. Posteriormente, cambió su petición por la sospecha de que se hubieran realizado nuevas obras y que ello podría condicionar la seguridad del edificio. El Gobierno es el titular del edificio y la denuncia se circunscribe a la okupación. No les ha denunciado por daños, lo cual no implica que no haya responsabilidad civil.

El juez ordenó en un auto del pasado día 4 una operación policial para que los técnicos inspeccionaran estas hipotéticas obras (que fuentes del Gaztetxe niegan). Este auto justificó el operativo de ayer. El Gobierno, ya por la tarde, comunicó que el resultado del informe de los técnicos de Patrimonio ordenado por el juez ratificaba riesgo de incendios por la instalación eléctrica. Además de ello, al encontrar Rozalejo vacío, la Policía Foral comenzó a llevarse material del inmueble desde el primer momento.

Portavoces del Gaztetxe y fuentes de la defensa aseguran que el Gobierno se extralimitó al practicar un desalojo cuando la orden se circunscribía a la realización de un informe. Pero el juez autorizó el operativo imponiendo que el Gobierno navarro debía garantizar con medios «personales y materiales» la eliminación de estos riesgos y, además, «que las medidas se mantengan en el tiempo».

Este juez es el mismo que ordenó el desalojo del pasado mes de agosto. Ese día, la Policía Foral tomó el edificio por la mañana pero, tras la manifestación de la tarde, el Palacio de Rozalejo fue reocupado. Al día siguiente, el Gobierno Barkos pidió una moratoria y el juez archivó el caso. Finalmente, los servicios jurídicos del Gobierno recurrieron y lograron reabrir la causa cuyo desarrollo precipitó los acontecimientos de ayer.

Cronología

mayo 2007

Okupan durante 12 horas Marqués de Rozalejo. La represión es bestial. Hay 46 detenidos.

mayo 2015

Una casa okupada en la calle Compañía se convierte en el primer gaztetxe estable de Alde Zaharra desde el Euskal Jai.

junio 2016

El Ayuntamiento acuerda con los okupas de Compañía la cesión del llamado Chalé de Caparroso.

noviembre 2016

Se rescinde la cesión del Chalé de Caparroso debido a la realización de unas obras sin permiso.

septiembre 2017

Okupan de nuevo Marqués de Rozalejo. Nace el Gaztetxe Maravillas. El Gobierno, propietario del palacio, denuncia.

agosto 2018

La Policía Foral desaloja Maravillas, pero a la tarde se reokupa. El Gobierno se retira por miedo a más incidentes. El juez archiva y el Ejecutivo recurre.

noviembre 2018

La asamblea de Maravillas renuncia a marcharse al local del Oscus (un espacio más grande en la misma plaza y que incluye un teatro en su interior) a propuesta de EH Bildu.

noviembre 2018

La causa contra Maravillas se reabre tras aceptarse el recurso del Gobierno.

enero 2019

El juez permite la entrada a la Policía por un informe técnico. El operativo es un desalojo de facto.