Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Éxito grupal ante el «Team James»

Los gasteiztarras se asientan en el Top 8 después de levantar un 35-49 adverso y acabar ganando hastael basket average. Armani Milano pagó caro el haber fallado hasta siete tiros libres en el último cuarto.

KIROLBET BASKONIA 80

ARMANI MILANO 75


Los nueve tiros libres errados por Armani Milano, siete en el último cuarto, más la capacidad reactiva de Kirolbet Baskonia, que ganó tras verse 35-49 por detrás, con Poirier, Huertas, Voigtmann y Shields por encima de los 10 puntos, han puesto a Kirolbet Baskonia sólidamente ubicado en el Top 8 de la Euroliga, ganando además el basket average. Valió la pena sufrir los 27 puntos de Mike James, pero es que Armani Milano fue olvidando su condición grupal y el Team James acabó cayendo.

Antes de arrancar el duelo de Zurbano, el Baskonia se sonreía con el triunfo de Zalgiris sobre Panathinaikos, al tiempo que Anadolu Efes ganaba sin sudar a Darussafaka –próximo rival del Baskonia–, mientras que Buducnost daba el sorpresón de la jornada al batir al Real Madrid por 73-60. Los resultados favorecían a los de Perasovic, y por eso no cabía desaprovechar la oportunidad de consolidarse entre los ocho primeros.

El 10-4 de arranque era muy prometedor. Sin embargo, Pianigiani logró con un tiempo muerto que los suyos reaccionaran. Mike James empezaba a carburar, pero sobre todo se notó la mejoría con la entrada de Gudaitis por Omic, más la aportación puntual de los Brooks o Bertans. Así, los lombardos voltearon el marcador hasta irse 16-21 al final del cuarto, con nueve puntos de James, que parecía tener en su memoria táctil las canastas del Buesa Arena.

Pero en esos minutos, Armani Milano era mucho más. Las rotaciones le dieron un nuevo arreón, al punto de que Perasovic pedía tiempo muerto con 25-33, con Jerrells, Gudaitis y Kuzminskas haciendo mucho daño a la defensa gasteiztarra, una defensa perjudicada por las dos faltas rápidas de Diop. Y aunque el Baskonia daba la réplica en varias acciones como sendos triples de Vildoza y Voigtmann, y un par de mates de Poirier, la flojera en la retaguardia facilitaba la anotación lombarda, que se disparaba con el regreso de James: 35-49.

Tocaba agarrarse a la pista antes del descanso, y el Baskonia lo hizo, después de enganchar un parcial de 7-0, dejando el resultado camino de los vestuarios con un 42-49 no tan malo. Lo que sucediera tras el receso, eso sí, debía ser otra película.

Reacción desde la defensa

Con Poirier y Voigtmann metidos en el partido hasta el tuétano, Kirolbet Baskonia reaccionó. Un parcial de 8-2 ponía el 50-51 en el luminoso, obligando a Simone Pianigiani a pedir tiempo.

A diferencia de la primera mitad, la defensa se notaba mucho más sólida. Un triple de Shields empataba el partido a 53 y otro de Vildoza adelantaba 56-55 a los de Perasovic, completando un parcial de 22-6, con el corolario de un mate de Poirier a pase del argentino: 58-55. Mike James, en cambio, se encontraba con la pólvora mojada y sin un sustituto que tomara su ritmo ofensivo. Solo Curtis Jerrells, mantenía a Armani Milano en la estela baskonista, llegándose al cuarto final con 62-59.

Durante un instante, la resolución del partido recordó poderosamente a lo vivido el viernes de la semana pasada frente a Gran Canaria. Tocaba ver si los de Pianigiani resultaban tan pobres de espíritu como los «pío, pío». Que Jerrells errara sus tres tiros libres nada más empezar el último cuarto parecía corroborar esa teoría, aunque no del todo, porque los lombardos sí lucharon hasta el final, pero pecaron por haber errado siete tiros libres. Sin embargo, el Baskonia encarrilaba su victoria gracias a dos canasta de Diop, ante un sorprendente desconcierto lombardo: 68-61.

Armani Milano se la iba a jugar a la carta de Mike James, porque de otro modo no hallaba soluciones y se perdía entre protestas pidiendo personales –a veces con razón–. Así, una bandeja de Micov y un triple del citado Mike James arrimó el marcador hasta el 68-66, obligando a Perasovic a pedir tiempo.

Llegaba la hora de la verdad. Y Cinciarini, aunque erraba un tiro libre, robaba y asistía a Mike James para el 70-69. Un atómico pick’n roll entre Vildoza y Poirier trajo la respuesta. Y si no, ahí estaba Marcelinho Huertas para templar gaitas con canastas plenas de saber estar. Mike James fue el mejor jugador del partido; el Baskonia el mejor equipo, y de ahí llegó la victoria.