Ariane KAMIO
DONOSTIA

Un collage al Mayo del 68 vasco, con Oteiza como catalizador

Elixabete Ansa Goicoechea firma el ensayo «Mayo del 68 vasco. Oteiza y la cultura política de los sesenta», una prolongación en el tiempo de aquel revulsivo de la cultura vasca. Fue renovación, vanguardia y modernidad con carácter metamorfósico, mutante. La autora propone una nueva relectura a aquellos acontecimientos de «gran intensidad» enmarcados en la dictadura y la censura y con Jorge Oteiza como fuerza catalizadora.

Donostiarra de nacimiento, Elixabete Ansa Goicoechea reconoce que muchas de las claves del revulsivo cultural vasco de la década de los sesenta eran desconocidos para ella. Entre ellas menciona “Isturitzetik Tolosan barru”, de Joxan Artze o películas del calibre de la experimental “Axut”, filmada por Jose Mari Zabala en 1977. «Oteiza resonó un poco más», afirma, haciendo especial hincapié en el referencial “Quousque tandem...!”. A esta producción cultural se les suma la aportación de Ez Dok Amairu, el film “Ama Lur”, de Nestor Basterretxea o la actividad del Grupo Gaur, entre otros. Todo ello enmarcado en un contexto dictatorial y de censura que afectó directamente al uso del euskara y a la producción cultural.

Esta doctora en Literatura y Estudios Culturales y profesora universitaria en Chile propone un collage en el ensayo “Mayo del 68 vasco. Oteiza y la cultura política de los sesenta”, presentado ayer en Donostia y editado por Pamiela. Su objetivo ha sido realizar una relectura de aquella época, resaltando una producción «tremendamente creativa» y establecer un diálogo: «No tanto mirando a Europa o a Norte América, sino centrándonos en los que se producían con otros sures».

El principal eje de este ensayo es Jorge Oteiza, el «catalizador» de aquella época y de cuyo periplo por Latinoamérica se hace eco Ansa en su trabajo. Cómo el escultor oriotarra mantuvo diálogos con la vanguardia latinoamericana y cómo lo aplicó en la creación vasca, no solo en el arte, si no en la cultura política en general. Una visión y una práctica enriquecidas en los movimientos socio-culturales latinoamericanos y cineastas que constituyen lo que la autora denomina el «devenir menor» de la cultura vasca.

«En Euskal Herria y en España se mira mucho a Europa. Y me parecía interesante el abrazo que realiza Jorge Oteiza con América Latina». Algo que se expandió también a la renovación de la canción vasca a través de Ez Dok Amairu y su contacto con cantautores como Atahualpa Yupanqui. «La canción vasca se fija en sus raíces, pero a su vez establece un diálogo con América Latina».

«Eran obras de autores diferentes», aseguró en referencia a la producción artística de la época, «no dialogaban directamente entre sí, pero tenían una gran intensidad». «Por eso propongo un collage, sacando cada producción de su contexto y poniéndolos juntos para darles un significado».

Ansa pretende así provocar una reacción para seguir interpretando “Axut”, “Quousque tandem...!”, “Isturitzetik Tolosan barru”... añadiendo otros referentes de la cultura vasca, como los poemas de Gabriel Aresti o la obra de Nestor Basterretxea. «Todo ello había que reinterpretarse, había que hacerlo visible. Era importante rescatarlo como un momento que ofrecía una creatividad importante».

Magma mutante

El ensayista y crítico de arte contemporáneo Fernando Golvano acompañó a Ansa en la presentación, donde se reafirmó en la idea del collage lanzada por la propia autora. «Es un collage a una serie de acontecimientos que han tenido una prolongación en el tiempo». «Fue un acontecimiento crítico que permite iluminar bajo otras luces críticas un contexto histórico que tiene un carácter magmático», dijo. Magmático en cuanto a su cáracter metamorfósico se refiere, ya que «el pasado obtiene una nueva forma a través de su lectura. Está vivo como el magma. El pasado revive». Golvano puso especial énfasis sobre la figura de Oteiza, quien «tuvo la capacidad de sintetizar lo internacional con algo que estaba contectado a lo tradicional. Por eso quizás también fue un incomprendido en muchas cosas». O el cine. El cine como una «forma emergente, una forma experimental que tenía una forma de disicencia poética y política». A su juicio fue «un acontecimiento mutante», del que Elixabete Ansa Goicoechea muestra ahora el caleidoscopio de aquella cultura política.