«¡Mañana más!», tuvo la osadía de decir ayer Enrique Sanz nada más terminar la segunda etapa de la Vuelta al Alentejo, que había ganado como hizo la víspera con la primera. El corredor del Euskadi Murias comentó que «el trabajo del equipo» fue «impresionante, del primero al último. Yo solo he puesto la guinda al pastel. Hemos trabajado impecable, algo que no había visto nunca, trabajar así para mí. Esta victoria está dedicada a ellos que tanto se han dejado la piel: Irizar, Beñat, Héctor... Todos. Estoy muy agradecido y muy contento por haber podido rematar», valoró el navarro, que también fue el más rápido en la segunda etapa entre Mértola y Odemira sobre 182,8 km.

Sanz se impuso al sprint en un final de etapa que picaba hacia arriba y en el que tuvo tiempo incluso de controlar a sus rivales; en este caso, Raúl Alarcón (W52 Oporto), segundo, y Vicente de Mateus (Aviludo), tercero.

En la misma línea que Sanz habló Rubén Pérez, director del Euskadi Murias, quien destacó al conjunto «en general y, sobre todo, el trabajo de Intxausti e Irizar, impresionantes tirando más de 150 km, Todos los compañeros han apoyado a Enrique, a su lado, quitándole el viento, lanzándole al final...», destacó y y añadió sobre Sanz que se ha consolidado como «uno de los mejores velocistas del pelotón».

Hoy tercera etapa: Santiago do Cacém-Mora, de 176,5 km.