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GAZA
un año de la gran marcha del retorno

Al menos cuatro muertos en una movilización masiva en Gaza

El Ejército israelí mató a cuatro palestinos, tres de ellos menores, en la «Marcha del Millón», la movilización que conmemoró ayer un año de protestas en la «Gran Marcha del Retorno». Con todo, la jornada no vivió las matanzas de jornadas anteriores a pesar de la creciente tensión y los últimos ataques israelíes a la Franja.

No fue la jornada más sangrienta del último año de protestas en Gaza ni se alcanzó el nivel de represión que auguraba la escalada de tensión de las últimas semanas. Pero, aún así, el Ejército israelí mató a cuatro jóvenes e hirió a cientos de personas en la «Marcha del Millón», la movilización que conmemoró ayer un año de protestas de la «Gran Marcha del Retorno».

Decenas de miles de personas se congregaron en la valla que separa Gaza de Israel bajo una lluvia intermitente.

Los altavoces de las mezquitas habían apoyado los llamamientos a las manifestaciones y decenas de autobuses transportaron a los gazatíes hacia el límite del enclave.

Después de una semana de bombardeos sobre la Franja y de lanzamientos de cohetes, y con las formaciones sionistas compitiendo en campaña electoral por mostrar la mayor dureza posible contra la población palestina, se temía que Israel llevara a cabo una gran intervención militar. De hecho, el Ejército israelí había desplegado miles de soldados y decenas de francotiradores, así como tanques y artillería. Además, la primera muerte llegó a primera hora del día, un joven de 20 años, JIhad Saad, fue alcanzado durante una manifestación nocturna y no sobrevivió a sus heridas

En Malaka, al este de la ciudad de Gaza, la mayor parte de los manifestantes se colocaron fuera del alcance de los tiradores, tras una barrera.

Pero tanto aquí como en otros puntos, algunos grupos se acercaron e incendiaron neumáticos para dificultar la visibilidad a los soldados y lanzaron piedras antes de replegarse.

Los militares respondieron abriendo fuego y lanzando gastes lacrimógenos.

Fue en la parte sur de la Franja donde cayeron dos adolescentes bajo los disparos. El ministerio de Sanidad de Gaza confirmó la identidad de Adham Nidal Sakr de 17 años, que fue alcanzado en la cara.

Otro menor de la misma edad, Abu Jair, fue alcanzado por una bala en el pecho cerca de Jan Yunes. En la misma localidad resultó herido y murió horas más tarde Bilal, al-Nijar, también de 17 años.

«Vamos a la frontera, aunque tengamos que morir», afirmaba Yousef Ziyada, de 21 años que recordaba que «estamos aquí en Abou Safia al este de Jabaliya, para hacer salir a los judíos de nuestra tierra».

Pero la mayoría de los manifestantes permanecieron a distancia de los disparos, evitando así el baño de sangre que ha provocado el Ejército israelí en otras jornadas, como la que coincidió con la inauguración de la embajada de EEUU en Jerusalén el 14 de mayo de 2018, con más de 60 muertos.

Ayer más de 300 palestinos resultaron heridos, de ellos 46 por disparos de bala. La mayoría fueron alcanzados en el este de la ciudad de Gaza, donde el Ejército israelí disparó con especial dureza y lanzó gas lacrimógeno.

Tanto la OMS como Médicos Sin Fronteras habían llevado a cabo envíos especiales de material y se prepararon para una jornada con numerosas víctimas. El Comité Nacional para Romper el Bloqueo también desplegó cientos de voluntarios para mantener la seguridad de los manifestantes.

Decenas de personas con chalecos naranjas se colocaron en distintos puntos de Gaza para pedir a la gente que no se aproximara a la valla y era visible un alto número de agentes policiales en las zonas de mayor concentración. La comisión organizadora alejó los campamentos improvisados para la ocasión a más de 700 metros de la frontera, donde se reunían familias, ancianos y jóvenes.

El Ejército israelí contabilizó más de 40.000 palestinos en la protesta, una asistencia superior a la de la primera jornada de la Gran Marcha del Retorno, el 30 de marzo de 2018.

La de ayer marcaba el primer aniversario de estas movilización contra el bloqueo impuesto por Israel y por el derecho al retorno de los refugiados que huyeron o fueron expulsados de su tierra con al creación del Estado de Israel en 1948.

Además, coincide con el Día de la Tierra, que conmemora la muerte de seis civiles en una protesta en 1976 por la confiscación por parte de Israel de tierra de propiedad palestina, una práctica que no ha hecho sino acelerarse.

Desde hace un año miles de gazatíes participan cada semana en las marchas y sistemáticamente son reprimidos por las fuerzas israelíes.

Al menos 275 palestinos han muerto hasta ahora en la respuesta israelí en la frontera o en los bombardeos que la han acompañado. De ellos, al menos 40 son niños. Además, más de 29.000 personas han resultado heridas, muchas de ellas con graves secuelas de por vida. Entre las víctimas se encuentran niños, periodistas, personal médico y sanitario o discapacitados. Un informe de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU advierte de que las acciones israelíes pueden constituir crímenes contra la humanidad.

Mediación egipcia para la contención

La jornada de ayer planteaba si Hamas, que controla Gaza, buscaría contener la violencia o se arriesgaría a una nueva escalada. Hamas se enfrenta a manifestaciones de protesta contra el marasmo económico que vive Gaza, que han sido severamente reprimidas. Y, a la vez, se ponía a prueba si el Gobierno israelí se lanzaría a una operación a gran escala, en un momento en el que su primer ministro, Benjamin Netanyahu, se ve bajo acusaciones de corrupción y en plena campaña electoral. Sus adversarios le acusan de debilidad y la campaña israelí suele pasar por actos de fuerza que pagan los palestinos. Una delegación egipcia que media para alcanzar una tregua acompañó al líder de Hamas, Ismail Haniye, a observar la protesta sobre el terreno, y medió con ambas partes para evitar otra escalada. También el coordinador de la agencia humanitaria de la ONU en los territorios ocupados, OCHA, Jamie McGoldrick, siguió los acontecimientos desde Gaza y pidió a Israel «contener la manera en la que enfrenta las protestas» y a Hamas que no pusiera a la gente en riesgo.GARA