El Rocasa había metido presión al ganar en la cancha del Rincón Fertilidad Málaga (24-27), pero el Super Amara Bera Bera no se dejó sorprender ante el Porriño. Las donostiarras marcaron el ritmo y Álvarez acertó con los cambios en transición.

Karsten y Arrojeria dieron un plus al ataque para así conseguir una brecha de hasta cuatro goles para el minuto 13, instante en el que el conjunto gallego tuvo que parar el tiempo por vez primera. Cinco minutos después, con un parcial de 3-0 entremedias, tuvieron que detener el partido al ser conscientes de que el plan no les estaba funcionando. Solo los disparos desde la distancia de Suaré en los primeros minutos hicieron verdadero daño a la escuadra local.

El Bera Bera estuvo cómodo incluso en el ataque estático, elaborando jugadas de gran envergadura, mientras que en defensa, en cuanto supo bloquear a Suaré, lograron que las visitantes no marcaran durante ocho minutos. Arruda, que acaba de renovar por una temporada más, demostró su valía. La guardameta brasileña se llevó gran parte de los aplausos del público, aplausos que también recibió Aramendia en su regreso a las pistas después de que se lesionara de gravedad en mayo del año pasado. Jugó 20 minutos y marcó tres goles.

La segunda mitad, al lograr una renta de siete goles al descanso, fue coser y cantar. Etxeberria tuvo más protagonismo y Arderius marcó sus primeros goles de la tarde (3). Karsten y Menéndez, muy incisivas durante todo el encuentro, tuvieron que abandonar la pista por sendas lesiones. La zarauztarra pudo volver pero falta por saber el alcance de la lesión de la argentina.

Zugarrondo, que tomó el testigo de Arruda, se convirtió en asistente, pero gran parte de los disparos posteriores no encontraron puerta. En los últimos minutos el Bera Bera marcó tan solo dos goles –Aramendia y Cardoso erraron desde los siete metros–; el parcial 2-4 a favor de las gallegas, sin embargo, no fue suficiente para poner en aprietos al actual líder.