Los sistemas de vigilancia masiva a partir del 11-S
La comprometida documentalista Laura Poitras culmina su trilogía post 11-S con “Citizenfour”, después de dedicar sendos largometrajes a Irak y Guantánamo. En la película que le ha valido el Óscar y el Bafta de Mejor Documental continúa con su análisis sobre la beligerante política exterior estadounidense, pero en su verdadera y definitiva dimensión global. Un planteamiento que le ha obligado a viajar con su cámara alrededor del mundo siguiendo los pasos de Edward Snowden, como si se tratara de una de esas cosmopolitas ficciones de espías.
Aunque, debido al secretismo que ha rodeado a esta producción independiente sobre los sistemas de vigilancia masiva, es imposible no pensar en los thrillers conspirativos de los años 70, especialmente cuando el viejo exanalista de la CIA William Binney recuerda los tiempos del Watergate de Richard Nixon, con aquellas reuniones cara a cara y en su sótano entre el informador Garganta Profunda y los periodistas que airearon el caso. Lo que nos viene a decir “Citizenfour” es que ese tipo de escenario ya no es posible en el mundo actual, porque ya no solo hay que evitar las escuchas, sino que el control de datos es absoluto desde la existencia de internet, hasta el punto de que la privacidad ha desaparecido en todaspartes.
Las conversaciones ocultas que mantienen en Hong Kong el analista de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) Edward Snowden, el reportero Glenn Grenwald del diario “The Guardian” y la propia Laura Poitras, siempre fuera de plano y presente a través de su voz, apuntan directamente hacia la responsabilidad del presidente Obama, que ha desarrollado la otrora futurista estrategia del Gran Hermano y la ha hecho realidad. De puertas adentro se facilitan los permisos para las labores de espionaje, y en otros

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