Maitane ALDANONDO

LA CARNE CULTIVADA ‘ETHICA MEAT’ LLEGARÁ AL MERCADO EN 2021

La empresa guipuzcoana Biotech Foods fue una de las primeras iniciativas en el mundo dedicada a desarrollar este innovador alimento. Un alternativa más eficaz y sostenible a la ganadería tradicional que está dando los últimos pasos para su comercialización.

La creciente demanda de carne ha llevado al límite la sostenibilidad de la ganadería intensiva, generando efectos negativos. En ese contexto, la startup donostiarra Biotech Foods emplea técnicas de la medicina regenerativa para el cultivo de carne. La iniciativa liderada por la física e investigadora madrileña Mercedes Vila fue la cuarta en el mundo en desarrollar este tipo de alimento, tras empresas ampliamente financiadas por visionarios como Bill Gates o Sergey Brin. Una vez superen la regulación y el escalado, sus productos saldrán al mercado en 2021 bajo la marca Ethica Meat.

Al igual que injertos o implantes, in vitro se puede crear músculo, es decir, carne. La medicina lleva años empleando los cultivos celulares, lo disruptivo de la propuesta es su aplicación al campo de la alimentación. De forma sencilla, el procedimiento es el siguiente: se extrae un trocito de carne del animal vivo, se pone en una placa de cultivo con unas condiciones propicias para la proliferación celular; se da de comer a las células y éstas siguen creciendo y creando tejidos de forma natural.

El proceso productivo de esta carne es más eficiente, ya que las células tienen una gran capacidad de reproducción, y al crear solo una parte del animal, se reduce el consumo de recursos. La ganadería tradicional necesita seis kilos de pienso para crear uno de carne, mientras que con una o dos muestras anuales de un cerdo en pleno estado de potencial se puede obtener el equivalente a 2.000 cerdos. La técnica sirve para cualquier animal, pero Biotech Foods ha optado por el cerdo, ya que la mayoría de los productos procesados en el Estado son porcinos.

La iniciativa empresarial tiene su origen en una investigación que su promotora desarrolló durante una década; y en su puesta en marcha confluyen tanto la problemática ética y medioambiental del sistema productivo actual como el deseo de Vila de aportar. «Me satisfacía mucho no solo el crear una empresa, sino intentar solucionar un problema tan gordo como el que tenemos. Qué mejor manera de contribuir». Entre otras variables, el sector cárnico genera más gases de efecto invernadero que toda la industria de transporte –aviones, barcos, coches...–, es la primera causa de deforestación, los animales consumen el 80% de los antibióticos y la ingesta de su carne genera resistencia.

Apoyo público y privado

Vila cuenta con una dilatada trayectoria en el mundo académico, tanto en centros de investigación como universidades, y antes de emprender estuvo dos años al frente de CTECHnano. En 2017 dio el paso, coincidiendo con la regulación europea sobre nuevos alimentos. «Emprender ha supuesto decisiones arriesgadas a nivel personal, pero estoy totalmente satisfecha. A veces me da la sensación de que toda mi carrera la he hecho para llegar a este punto. Estoy muy contenta. Me entusiasma el proyecto», admite.

En este camino la sociedad limitada ha contado con múltiples apoyos. Por una parte, tiene como socios financieros a CIC Nanogune, centro de investigación que les alberga, o Inter Alloys & Investments; por la otra, ha recibido subvenciones de entidades locales, regionales y estatales. «Un lujo» en palabras de su promotora. «El hecho de que nos hayan arropado durante estos dos años instituciones y organismos privados nos ha reforzado en nuestra idea inicial de que esto puede ser real». Además, el 8 de abril recibieron el Premio Emprendedor XXI Euskadi que otorga CaixaBank. Vila lo considera un reconocimiento a su visión y un respaldo «para seguir dándolo todo».

El modelo de negocio de la startup pasa por ir de la mano de la industria cárnica en el desarrollo de productos finales con forma de alimentos habituales: salchichas, hamburguesas, jamón york… Los retos inmediatos son el escalado del producto a un precio asequible; así como afrontar la regulación europea. Para llevar a cabo ambos con mayores garantías, están negociando una ronda de inversión que cerrarán en breve.

Si se cumplen las previsiones, Ethica Meat estará en los lineales en 2021. Es un sector emergente en el que cada vez hay más empresas, solo en 2018 se crearon 15 en todo el mundo; no obstante, calculan que en el primer año alcanzarán una cuota de mercado del 1% e ingresos por ventas de en torno a 10 millones de euros. «Hay muchos nichos de mercado: vegetarianos, veganos, gente pro medioambiente, que no quieren exponerse a químicos... Es una carne segura, que podemos hacer sin grasa», explica Vila. También subraya que los estudios de mercado reflejan que el recelo que puede provocar la carne cultivada se supera al entender su proceso de elaboración.