«...una historia alfabética nunca es definitiva hasta que la Zeta pone su punto final y nos aseguramos de que ni la G, por ejemplo, era un Gozo, ni la P un Pozo». Son apenas unas líneas de la ‘‘Lista de locos y otros alfabetos’’ ideada hace veinte años por Bernardo Atxaga y recién reeditada por la editorial Xordica. Líneas que encierran la montaña rusa clasificatoria y de sensaciones que están viviendo los equipos vascos esta presente temporada y entre ellos los dos que en la matinal de este sábado se ven las caras en San Mamés, con 90 minutos por delante para definir su futuro europeo la próxima campaña.

La Liga dura 38 jornadas, enarbolan, ufanos, a los cuatro vientos durante estos días en el Botxo. Hoy, acompañada de una sonrisa sarcástica, miran de reojo a sus vecinos vascos y, hay que decirlo, no sin razón. Si esta Liga hubiese comenzado en enero, el Athletic sería ahora mismo 5º, la Real 7ª –aunque a ocho puntos de distancia–, el Eibar 12º y el Alavés, rival en la mañana de hoy de los bilbainos, 14º, a doce puntos de los leones. Y un dato revelador sobre dónde está buena parte de la diferencia entre bilbainos y gasteiztarras en estos estertores del campeonato: el Athletic ha conseguido una diferencia de goles a favor de 4; el Alavés de Abelardo, una negativa de -9. Esa distinta dirección en la tendencia de unos y otros se cruzó justo hace dos jornadas: los vizcainos ganaban al Rayo y alcanzaban los 46 puntos, en tanto el Alavés perdía ante el Espanyol y se quedaba en 45; la consecuencia, los leones pasaban a ser el mejor equipo vasco en la tabla después de 20 jornadas siendo el peor. En las siete últimas jornadas los bilbainos han sobrepasado a Real, Eibar y Alavés. Como dijo William Shakespeare, que nació tal que un 26 de abril, «el que va demasiado aprisa llega tan tarde como el que va muy despacio».

Hoy, tienen una cita con aroma continental, separados por tres puntos. El ‘Pitu’ Abelardo no dudó ayer en calificar el choque de «una final por jugar la UEFA» en la que una victoria les deja fuera de esa lucha, pero todo lo que sea sumar les mantiene vivos. Enfrente, el Athletic puede prácticamente certificar al menos ese séptimo puesto que daría opción a las previas de julio. A su favor, que se le da bien el Alavés en San Mamés; pero más aún su fortaleza como local: es el primer equipo que enlaza 12 partidos sin perder en casa en esta Liga y que lleva más tiempo sin perder en casa. Su última derrota data del 1-3 ante la Real el 5 de octubre. Favorito, por tanto.

Gaizka Garitano lo tiene claro. «No es un sueño, hemos ido sumando mucho, ganando, y en esta fase no solo estamos salvados sino con opciones de Europa. Tenemos que pelearlo al máximo», se mostró, incluso ayer, cauto. De lo que no tiene duda es de que el encuentro «tiene todos los alicientes de la emoción de lo que pueda pasar». Europa, a noventa minutos.

Prohiben dirigir al filial a su segundo entrenador

Iñigo Lizarralde dirigirá al Bilbao Athletic mañana ante el Sporting B en Lezama, después de que el club haya decidido prohibir hacerlo a Iñaki González como segundo de Aritz Solabarrieta, expulsado la pasada jornada en Langreo ¿La razón? Que el entrenador de Gernika haya pedido al Athletic dejar Lezama un mes antes de la finalización de su contrato, después de que el 11 de marzo Rafa Alkorta le comunicara –a él y a Solabarrieta– que no le renovarían y Gonzaléz –lógicamente buscándose su futuro– recibiera a posteriori una oferta de unirse al proyecto de Edorta Murua en la Academia Aspire qatarí. Al conocer ese destino, el director Jon Berasategi se ha negado en redondo a dejarle marchar hasta cumplir contrato y la dirección deportiva ha respaldado esa postura. La cerrazón de los responsables del club ha llegado al punto de prohibirle dirigir al filial esta jornada.J.V.