Arnaitz GORRITI
LEB Oro

Bilbao Basket tropieza ante un Palencia mucho más físico

Los de Mumbrú cedieron a partir de encajar un 13-26 en el tercer período.

RETABET B. BASKET 77

PALENCIA 86


Todo lo bueno que le sucedió a RETAbet Bilbao Basket en el primer partido del play off de ascenso de la Liga LEB Oro, ayer tornó en negativo. Chocolates Trapa Palencia puso un modo de juego mucho más físico y los hombres de negro, que decidieron jugársela al triple, cayeron con toda justicia. Con Vasturia y Gustys de estiletes, tras aguantar los envites vizcainos en la primera mitad, un parcial de 13-26 del tercer cuarto rompería el equilibrio y el factor cancha de los de Alex Mumbrú.

Desde el salto inicial se vio que el encuentro sería mucha mayor dureza, con un Palencia bastante más metido. Los hombres de negro buscaron la solución en los triples y el acierto les valió para irse por 11-6 primero y 16-8 después. Pero la escuadra palentina no iba a bajar los brazos al primer golpe, mucho menos cuando el azpeitiarra Aitor Zubizarreta, pese a tener el tobillo derecho lastimado, saltaba a la cancha a elevar un punto más la defensa visitante. Sea como fuere, el acierto triplista guiaba los designios bilbainos en ese arranque, para irse 22-17 al final del primer cuarto.

Esas alegrías anotadoras se fueron difuminando, mientras que la consistencia interior empezó a tomar importancia. Vasturia comenzaba a carburar en el bando palentino y un parcial de 7-14, cerrado con una canasta de Urko Otegi, llevaba el partido al receso con empate a 37.

Gustys se adueña de la zona

Palencia cambió de ritmo al regreso de los vestuarios, y aunque fue un triple de Edu Martínez lo que inauguraba el marcador, los de Carles Marco tomaban la delantera merced a un parcial de 0-11, con el pívot lituano Gustys en plan líder.

Bilbao Basket se estaba gripando y hasta la grada de Miribilla se enfriaba. Vasturia campaba a sus anchas y rompía el partido, mientras que Jaylon Brown y Leo Demetrio, que tan bien jugaron el viernes, desaparecían por momentos. A todo ello hay que sumarle cierto abuso de los triples sin tino; tras un 4 de 5 en triples del arranque, en los peores momentos los hombres de negro firmaron un 2 de 21 desde más allá del arco.

El partido entró con 50-63 en el último cuarto y la renta llegó a los 17, 54-71, con Aitor Zubizarreta de estilete. Fue entonces cuando Matulionis entró en trance, sumando 11 puntos casi seguidos, comprimiendo el marcador hasta un 69-76 esperanzador. Pero entre una técnica que pitaron a Mumbrú y la seguridad de Jordi Grimau y Urko Otegi desde la línea de tiros libres, Palencia empató la serie, obligando a los bilbainos a sacar al menos un partido a domicilio, bien el viernes o el domingo.