Maitane ALDANONDO

PRODUCTO ARTESANAL, LOCAL Y AUTÉNTICO COMO DISTINTIVO

La microdestilería alavesa Basque Moonshiners acaba de lanzar al mercado Agot, el primer whisky single malt artesano del Estado. Elaborado con cebada de Nafarroa y envejecido en barricas de vino Rioja Alavesa, refleja la apuesta diferencial de sus promotores.

Basque Moonshiners es una microdestilería artesanal que José Luis Navarro, Carlos Ortiz de Zarate y Eduardo Martínez de Murguía pusieron en marcha en Gasteiz en 2013. Su primer producto fue Basmoon Vodka, un destilado elaborado al 100% con patata agría alavesa y que marca el carácter de la casa. Ahora sacan al mercado Agot, un whisky single malt de cebada navarra, que ya estaba en las barricas cuando GARA visitó las instalaciones en 2015.

Al igual que las materias primas, les inspiran las historia con raíces en la tierra; por eso Agot hace referencia a los agotes del pirineo navarro. Es un whisky de gama alta producido siguendo métodos tradicionales, y «como los agotes es especial y auténtico». Es el primer single malt artesano del Estado, la categoría de whisky más auténtica. Todos los procesos se llevan a cabo en la destilería: tras una doble destilación en alambique de cobre, añeja durante tres años y medio en barricas. El 20% son barricas semi nuevas de Bourbon y el 80% de vino Rioja Alavesa. Navarro apunta que al estar a 30 kilómetros de esta zona de vino, «sería un delito» comprar en otro sitio; además quieren que sea «una seña de identidad» de su bebida.

El whisky siempre ha sido uno de sus destilados favoritos. Hace un mes embotellaron Agot y lo presentaron el pasado día 16 en Residence Café de Bilbo, un local especializado en whisky que cuenta con el mayor número de referencias en rotación de todo el Estado. Su propietario Manu Iturregi ha sido parte del proyecto casi desde el inicio, asesorando en el enfoque comercial del producto. La primera tirada se llama Pioneer Edition –Edición Pionera– y consta de 989 botellas obtenidas de aproximadamente un tercio de lo destilado, el resto lo guardarán para poder ver la evolución. 450 de las botellas la destinarán a la exportación, ya están vendidas; y del resto, una parte llegará a sus distribuidores estatales, y otra, se quedará en la microdestilería. Inicialmente harán únicamente una edición anual, pero «la idea es darle continuidad, porque vemos que el whisky es un destilado al alza a nivel global».

bebidas «con alma»

Son una microdestilería artesana que busca diferenciarse de la competencia con su filosofía que Navarro resume así: «nos gusta hacer productos que tengan alma, que tengan algo detrás, que sean auténticos». Agot es el último en sumarse a la oferta de Basque Moonshiners. El producto inicial fue el vodka premium Basmoon. En 2017 sacaron otro para el segmento generalista, Jackal, elaborado del mismo modo, pero sustituyendo la patata por cebada de Nafarroa. También tienen en el mercado Pattar, un destilado añejo de patata, Navarro lo describe como «una especie de whisky de doble destilación con tres años en barrica». Hicieron una edición limitada de 850 botellas, «han volado», y están con la de este año.

En pocas semanas lanzarán una gama de bitters para coctelería que tiene como base la raíz de cáñamo. En concreto, una variedad que se cultivaba en Araba en el siglo XVII para tejidos, y cuya referencia han encontrado en el registro botánico de la facultad de Farmacia. Se llamará Satibasque, y serán de limón, naranja, jengibre y apio.

Otra de sus lineas de negocio es el desarrollo de formulaciones de bebidas para terceros. Ciñen este servicio prácticamente en exclusiva a la ginebra. Actualmente, tienen catorce formulaciones diferentes, todas parten su alcohol de cebada y luego lo formulan la bebida al gusto del cliente.

Están «muy contentos» con la evolución de la empresa, aunque les ha costado un poco más de lo que pusieron en papel el primer año. Poco a poco se están dando a conocer y logrando credibilidad en el mercado. El primer cuatrimestre han duplicado el volumen del año pasado, «eso ya es un éxito», y todo apunta a que la tendencia se mantendrá en los próximos meses. Producen cerca de 50.000 botellas y el próximo año esperan acercarse a las 70.000, pasando a la categoría de destilería. Su intención es seguir la senda del «crecimiento sostenible», «sobreviviendo» y reinvirtiendo en el negocio.

Exportan la mitad de su producción y están presentes en mercados como Estados Unidos, Colombia, Reino Unido, Holanda, o Italia. Basmoon es uno de los pocos vodkas de patata que hay en Europa y puede encontrarse en las coctelerías más importantes de Roma, Milan o Berlín; además a nivel estatal fue la cuarta marca premium en 2018. Sus bebidas pueden adquirirse en tiendas gourmet o especializadas de Bilbo, Donostia o Gasteiz. Navarro admite que aumentar sus ventas locales es uno de los objetivos de la empresa. «En muchos sitios vendemos más que en Euskadi o en Vitoria, es una espinita que nos tenemos que quitar», admite.