Jon ORMAZABAL
Pelota

Incombustible Aimar

Con un material que se gastó rápido, los protagonistas de la final del Donostia Hiria protagonizaron un partido aún más peloteado, 839 pelotazos, que desniveló el delantero de Goizueta con 13 tantos en juego.

OLAIZOLA-ALBISU 22

ARTOLA-IMAZ 16


Si tomamos al pie de la letra la segunda afección que la RAE da al adjetivo incombustible, es decir, «que no sufre merma o desgaste a pesar del tiempo y las dificultades», habrá algún quisquilloso que nos venga con que la chispa de Aimar Olaizola no es la misma que hace unos pocos años, pero a uno no se le ocurre mejor modelo que el de Goizueta si se quiere poner un ejemplo práctico acompañando a la definición. Si el sábado en la final del Donostia Hiria hablábamos de partido largo y duro, qué decir del de ayer en el Santi Brouard, donde se alcanzaron los 839. Eso sí, como en el Atano, fue el gancho del pelotari navarro, ese que va soltando a medida que vuelve a acumular kilómetros, el que desniveló la balanza a su lado, acompañado otra vez por un sólido Albisu, especialmente en la recta final.

Aimar Olaizola no escondió sus intenciones desde el comienzo e hizo estragos con su gancho, jugada con ala que los veteranos lograron adelantarse 4-1. Sin embargo, todas las previsiones de partido exprés se difuminaron con prontitud, ya que las pelotas se gastaron bastante rápido y el 5-2, finalizado otra vez por Olaizola II, esta vez en el txoko, fue un adelanto de lo que vendría, pues se necesitaron cruzar 96 pelotazos para cerrar el 5-2.

Equilibrio hasta el ecuador

Y es que Artola e Imaz no estaban por la labor de dejarse llevar y volvieron a mostrarse como una pareja muy rocosa, con un Ander Imaz volviendo a vaciarse ante un zaguero de mayor cilindrada y un Artola decidido a dar un paso adelante.

Sin embargo, sus ganas de resistir solo les aguantaron hasta el empate a 15, la última abrazada en el marcador, momento en el que, ya con el material completamente gastado, Aimar impuso su ley. Ahí se impuso la madurez y el gran momento de forma de los veteranos, que supieron manejarse mucho mejor en un escenario tosco, en el que Jon Ander Albisu terminó por derribar la estoica defensa de Ander Imaz, el momento que Aimar Olaizola estaba esperando para poner la directa hasta el cartón 22.

En un partido tan abrupto, al margen de una gran defensa, el de Goizueta fue capaz de acumular hasta 13 tantos en juego más otro de saque, números muy complicados de contrarrestar por cualquiera.

Conseguido el pase, ahora toca recuperarse de otra soberana paliza, pues Altuna III-Rezusta esperan mañana en una final que promete mucho con dos grandes parejas.

No aprecian rotura en el bíceps de Laso

En el apartado médico, buenas las noticias que le trasladaron ayer los médicos a Unai Laso que, tras las pruebas a las que le sometieron el lunes, no encuentran ninguna rotura en el bíceps derecho del pelotari de Bizkarreta Gerendain, aunque el dolor en la zona persiste.

Siguiendo las recomendaciones de Iñigo Simón, galeno desplazado al frontón, el puntillero navarro suspendió el estelar de Gautegiz-Arteaga en sus primeros compases, por miedo a una posible rotura de fibras que ni la ecografía ni la resonancia a la que le sometieron aprecian.

Así las cosas, y como el dolor no termina de remitir, el pelotari será sometido a un tratamiento de fisioterapia durante los próximos días con el objetivo de rebajar las molestias en la zona. En caso de que estas no terminaran de desaparecer, desde los servicios médicos de la promotora bilbaina avanzan que se realizarán pruebas complementarias para tratar de dar con el origen del dolor.J.O.