Las organizaciones Ongi Etorri Errefuxiatuak, Mundubat y Artea Gara han cogido el relevo del trabajo impulsado por Martin Markiegi, el que fuera cura del barrio Santa Juliana de Gallarta, y se han hecho con el proyecto de Martin Etxea –el nombre, en honor a su fundador–, una casa de acogida para refugiados y migrantes. Las tres asociaciones, junto con los inquilinos e inquilinas de la casa, presentaron el proyecto el martes en la Casa de Cultura de Gallarta.

Esta es la cuarta casa de acogida que levantó Martin Markiegi, quien antes de su fallecimiento en febrero, preparó su casa para que cumpliera la función de hogar de acogida, y ya desde febrero, tres familias de origen marroquí viven en Martin Etxea. Las tres se vieron obligadas a dejar sus países por situaciones de extrema pobreza.

La casa tiene la capacidad de albergar a alrededor de veinte personas, en la actualidad viven dieciséis, pero los impulsores del proyecto esperan poder alojar a otra familia más, según anticipó Eneko Gerrikabeita, el presidente de Mundubat.

«Lo que pasa con estos migrantes es que vienen de situaciones de pobreza, conflictos o guerras, y muchos de ellos se quedan sin casa. Su único remedio es irse a otro país», relata Gerrikabeita.

La intención de Martin Etxea será dar cobijo no solo a las personas que provienen de situaciones de pobreza, sino también a los refugiados y refugiadas que han tenido que dejar su país por sus ideas políticas.