GARA
WASHINGTON

Las FDS facilitaron a EEUU el trabajo de Inteligencia para matar a Al-Bagdadi

Las FDS, fuerzas kurdo-árabes aliadas de EEUU en la lucha contra el ISIS, afirmaron que localizaron al líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Bagdadi en Siria, y facilitaron las muestras de ADN para su identificación por parte del comando estadounidense que lo mató.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la alianza kurdo-árabe que ha colaborado con Washington en la lucha contra el ISIS, divulgó ayer detalles sobre su parte en la operación contra el líder del Estado Islámico (ISIS), Abu Bakr al-Bagdadi. Así, señalaron que las FDS fueron las que se encargaron de la localización y seguimiento del líder del ISIS, de facilitar sus coordenadas y de proveer las muestras de ADN para su identificación, con unos calzoncillos y muestras de sangre del yihadista.

Según el comandante de las FDS, Mazlum Kobani Abdi, el agente infiltrado en el ISIS que hizo posible esta operación de Inteligencia regresó con el comando estadounidense.

Las FDS subrayaron que Al-Bagdadi estaba localizado desde abril y que preparaba su traslado a la zona de Jarabulus, también en territorio controlado por Turquía en la frontera con Siria, situado al este de Idleb.

Allí, su mano derecha, Abu Hassan al-Muhajir, preparaba su llegada y, según las FDS, existía un «plan B» para llevar a cabo la operación en este lugar.

De hecho, poco después de la muerte de Al-Bagdadi en Idleb, una operación conjunta de las FDS y el Ejército estadounidense acabó con Al-Muhajir.

Las fuerzas kurdo-árabes señalaron además que la invasión de Turquía del norte de Siria, facilitada por la retirada de EEUU, retrasó un mes la operación. La colaboración con Washington se mantuvo a pesar de la traición de EEUU a sus aliados kurdos.

Cuerpo arrojado al mar

El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor del Ejército de EEUU, también divulgó detalles de la operación y anunció que dos hombres fueron capturados en la operación que acabó con la vida del líder del ISIS en la noche del pasado sábado en la provincia siria de Idleb.

Milley añadió que el Ejército estadounidense los mantiene detenidos «en un lugar seguro».

«Durante la misión, las tropas estadounidenses se infiltraron en helicópteros y, una vez que aseguramos el objetivo, las fuerzas de asalto entraron y las amenazas se eliminaron rápidamente», explicó el militar.

Posteriormente, los miembros del comando «descubrieron a Al-Bagdadi escondiéndose en un túnel», lo persiguieron y el yihadista detonó un chaleco cargado de explosivos que llevaba adosado a su cuerpo. Washington adelantó el domingo que en la operación murieron también tres niños y dos mujeres, así como al menos otros dos líderes yihadistas.

Los restos del líder del ISIS, añadió, «fueron transportados después a un lugar seguro para confirmar su identidad gracias a análisis de ADN».

Además, aseguró que la eliminación de sus restos se llevó a cabo de manera «apropiada». Según el Pentágono, los restos del fundador de ISIS fueron lanzados al mar, siguiendo el mismo protocolo que se usó tras la muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en 2011.

El general Milley precisó que existen vídeos y fotos del momento del asalto al recinto en el que se encontraba junto con varios de sus hijos y de sus hombres –que fue totalmente destruido por aviones de combate estadounidenses–, pero no confirmó el relato ofrecido por el presidente, Donald Trump, que habló de Al-Bagdadi «llorando y gimiendo» antes de morir, y dijo ignorar de dónde obtuvo Trump esa información.

El militar compareció junto al secretario de Defensa, Mark Esper, que subrayó la «compleja situación» de seguridad en Siria, donde «numerosos actores estatales y no estatales se disputan el control de los territorios y los recursos del país».

Entre ellos, está el propio Estados Unidos, que ha hecho regresar a parte de las fuerzas que apoyaban a los kurdos en el norte de Siria, pero esta vez al este del país, para asegurar el control de los campos de petróleo.

Reunión de la coalición

Tras la muerte de Abu Bakr Al-Bagdadi, los socios de la coalición internacional que lidera Washington en su intervención en Siria se reunirán el próximo 14 de noviembre en Washington. Representantes de 30 estados discutirán las próximas medidas a tomar para aumentar la presencia de la coalición en noreste de Siria. Sin embargo, ninguno de los estados convocados ha propuesto enviar tropas para sustituir a las que ha replegado Estados Unidos.

Los países europeos temen que la retirada estadounidense aumente el riesgo del resurgir del Estado Islámico, que lejos de estar acabado tras la muerte de su líder, aún cuenta con células durmientes y con miles de prisioneros cuya custodia por parte de las FDS ha sido puesta en riesgo tras la invasión turca. Al menos un centenar ya ha escapado.