Ion SALGADO
ELECCIONES ESTATALES

SÁNCHEZ Y CASADO, DOS PILARES DE UN BIPARTIDISMO EN APUROS

PEDRO SÁNCHEZ Y PABLO CASADO COINCIDIERON AYER EN GASTEIZ. EL CANDIDATO DEL PSOE PIDIÓ EL VOTO PARA ROMPER EL «BLOQUEO» VIGENTE, Y EL DEL PP SE PRESENTÓ COMO LA ÚNICA ALTERNATIVA DE GOBIERNO. LOS DOS DEFENDIERON UN MODELO BIPARTIDISTA, SIN REPARAR EN LA REALIDAD DE EUSKAL HERRIA.

El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, y el candidato del PP, Pablo Casado, coincidieron ayer en Gasteiz. Los dos estuvieron en hoteles situados en las afueras de la ciudad, y los dos realizaron una defensa a ultranza del bipartidismo.

Sánchez se comprometió a no realizar una gran coalición con el PP, partido con el que precisamente en Gasteiz el PSE firmó un acuerdo para abrir las puertas de Ajuria Enea a Patxi López, y señaló que el «bloqueo» vigente es «el principal problema de este país». «Bloqueo de todos, gobierno de nadie», dijo el presidente español en funciones, quien en un discurso de ámbito puramente estatal preguntó al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, si «va a continuar bloqueando la formación del único gobierno posible», en alusión a un Ejecutivo del PSOE.

Por su parte, Casado presentó al PP como la única alternativa al PSOE. «Quien no quiera que Torra, Junqueras y Otegi manden en España tiene que votar al PP», apuntó, y afirmó que ellos sí que saben «pactar y negociar», aunque no mencionó con quién piensa hacerlo.

Durante la primera parte de su discurso, el presidente del PP trató de jugar al centro, afirmando que están «preparados para volver al Gobierno y gobernar para todos los españoles». Pero conforme pasaban los minutos su discurso se fue escorando hacia la derecha.

Así, en la segunda parte presentó algunas de las medidas que ya anunció en abril, como la propuesta de modificar el Código Penal para impedir que familiares y amigos reciban los presos y presas vascas tras salir de prisión, o cambiar la Ley General Penitenciaria.

Además, apostó por ampliar los supuestos a los que se puede aplicar la prisión permanente revisable, endurecer la política migratoria y aprobar una «Ley antiokupas», algo que su partido no hizo durante el periodo de Mariano Rajoy, pese a contar con mayoría absoluta.

Euskal Herria y Catalunya

Cabe destacar que Sánchez y Casado apenas hablaron de la situación política vasca. El primero no dijo nada, y el segundo se limitó a presentar cuatro propuestas para la CAV. La primera, tratar de imponer desde Madrid una rebaja fiscal a las haciendas vascas; la segunda, impulsar la construcción del TAV, un clásico en las todas las campañas; la tercera, acabar con el denominado Impuesto al Diesel, que ni si quiera se ha llegado a aplicar; y la cuarta, apoyar a la escuela concertada con leyes estatales.

Lo que sí hicieron fue hablar de Catalunya. Sánchez presentó al PSOE como el partido de «la convivencia» y desgranó su «fórmula para resolver la crisis catalana», que pasa por acatar la Constitución y «reconocer la mentira» por parte del soberanismo, porque, según indicó, «la independencia no es posible». Casado utilizó palabras diferentes para plantear la misma idea. Solo reconocen «una nación».