Amaia U. LASAGABASTER
Derbi en San Mamés

El más difícil todavía para un Eibar en cuadro

Con seis futbolistas del primer equipo fuera de combate, Mendilibar se lleva tres jugadores del filial.

Con cuatro derrotas consecutivas a las espaldas, el Eibar visita el tercer campo más complicado de la categoría. Un papelón que no debía parecerle lo suficientemente dramático al guionista de todo esto porque le ha añadido el factor de las bajas. Con seis, nada menos, viajarán a San Mamés los azulgranas.

A la de Sergio, en la enfermería desde hace semanas, se unieron el pasado domingo Pape Diop y Fabián Orellana, que añadieron la factura de sus sanciones –tres partidos para el chileno por la quinta amarilla más la roja directa– a la dolorosa derrota, cuarta consecutiva, frente al Getafe. La semana ha seguido por derroteros similares y se salda con tres ausencias más. Cote, que ya se perdió ese último encuentro por problemas físicos, no ha podido entrenar con normalidad a lo largo de toda la semana y tampoco estará en San Mamés. Arbilla, que ayer tuvo que abandonar el entrenamiento con problemas, se pierde igualmente el derbi. Y lo mismo sucede con Ramis.

No es sólo una cuestión de número. José Luis Mendilibar pierde al único futbolista que ha participado en todos los partidos junto a Marko Dmitrovic, Orellana, que además es su máximo goleador y asistente. Y se planta en San Mamés sin, exceptuando de nuevo a Dmitrovic, los tres futbolistas con más minutos: Orellana, Arbilla y Diop, en ese orden. Y sin un Cote que ha sido titular indiscutible, y fundamental en el juego azulgrana, desde que llegó, hasta que los problemas físicos han empezado a torturarle en esta campaña en la que los males se le acumulan al equipo.

«Igual nos vienen bien los cambios. Si con los que han jugado tanto hasta ahora estamos andando mal, a ver si con estos nos sale bien», ironizaba José Luis Mendilibar, que ha tenido que echar mano del filial. Sergio Cubero, defensa vizcaino con pasado en Lezama; Ekhi Bravo, atacante donostiarra que ya dejó muestras de su buena puntería en pretemporada, y el centrocampista madrileño Miguel Ángel Atienza, entraron en la convocatoria junto con los 16 futbolistas disponibles de la primera plantilla.

Todo ello para visitar a un Athletic «muy fuerte en casa, donde está ganando cómodamente. Disputa desde el primer minuto, juega en campo contrario... Y si controlas tú el partido y estás en su campo, son rápidos para salir. Tienen de todo». Pero una vez sabido «qué hace el rival, cuáles son sus virtudes y defectos», Mendilibar aboga por «pensar en lo nuestro. Porque si estamos todo el rato mirando al rival, no hacemos nada nosotros. Tenemos que salir desde el primer minuto con un buen planteamiento. No digo dominando al rival pero por lo menos que no nos domine. A ver si salismo bien, que nos está costando en los últimos partidos, y a partir de ahí a ver si sale bien».

Buenos recuerdos, malos números

El jueves se cumplieron siete años de uno de los momentos más memorables de la historia reciente del Eibar. El empate en el viejo San Mamés (1-1, con goles de Aduriz y Arruabarrena) que dio a los azulgranas, entonces en Segunda B, el billete a octavos de final de Copa. Nadie podía imaginarlo entonces pero fue el principio de la época dorada de la que todavía disfruta el club, que año y medio más tarde confirmaba el ascenso, por primera vez en su historia, a Primera.

Pero los buenos recuerdos del Eibar en Bilbo acaban con el cambio de campo y el doble salto de categoría. En sus cinco visitas ligueras, ya con el nuevo estadio rojiblanco como escenario, apenas ha podido rascar dos puntos. El primero, en el año de su debut cuando, precisamente con Gaizka Garitano en el banquillo armero, empató a cero. El segundo hace dos temporadas, cuando el duelo Ziganda-Mendilibar acabó en tablas (1-1). Los otros tres derbis han caído del lado local.A.U.L.