Iñaki LEKUONA
Periodista
AZKEN PUNTUA

Pastillita azul

Y cuando todo apuntaba a gatillazo, con el gobierno dispuesto a renunciar al aumento de la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, Emmanuel Macron ha optado por sacarse del bolsillo la pastillita azul para que su proyecto no reblandezca. Así las cosas, este viernes el anteproyecto de ley se estudiará en el consejo de ministros como paso previo al debate parlamentario, fijado a mediados de febrero. Y todo parece indicar que la propuesta de trabajar durante más tiempo cobrando al final menos será aprobada por los diputados de la derecha con el pretexto de que el sistema actual está desfasado, que lo está. Porque en lugar de un sólo sistema universal, existe un ramillete de sistemas que complican los cálculos y que sobre todo establece un abanico de derechos diferentes según en qué sector se haya trabajado a lo lardo de la vida laboral.

Pero la solución de Macron, que propone unas pensiones por puntos y a la baja, ofrecen un panorama tenebroso que empuja a los trabajadores con más recursos a buscarse la vida de la tercera edad con un plan de pensiones. Al resto le tocará joderse y trabajar hasta que se muera o arrodillarse ante unos ingresos precarios. Bueno, a todos menos a los de uniforme azul, que ya han negociado su futuro para jubilarse antes y con pensiones dignas siempre y cuando sigan manteniendo su porra tersa y dura al servicio del poder.