Anda uno aturdido porque se acerca el Covite ese, que ya afecta a muchos países vecinos, y explican en la tele, con imágenes y todo, que si llevas barba la mascarilla no vale para nada, porque no sella. Y tampoco es cuestión de afeitarse, que la última vez que lo hice, no me reconoció ni mi hijo. Claro que fue afeitado integral: barba y rapado de cabeza.

Así que uno no sabe qué hacer, porque al tema del virus monárquico hay que añadir que la próxima salida montañera está programada hacia la zona de Zaldibar y ahí tampoco está el tema como para tomárselo a broma. Habrá que pensárselo.

En medio de tanta zozobra y con interrupción del carrusel deportivo llegan dos noticias. La destitución de Alonso, eso sí, de mutuo acuerdo y al cabo de un rato, en formato rueda de prensa, el nombramiento como candidato a «no lehendakari» del miembro de Nuevas Generaciones Carlos Iturgaiz. Sorprendente la noticia incluso para él, que, según cuenta, recibió la llamada el mismo domingo por la tarde, cuando estaba ensayando con su acordeón, a ver si de una puñetera vez aprende a tocar el himno del Athletic.

El motivo aducido para este cambio de peones es que el PP se ha marcado como tarea prioritaria la reconquista del centro derecha, que pasa por ahora en asociarse o, mejor, absorber a Ciudadanos, la formación que dirige de facto Inés Arrimadas, que toma decisiones estratégicas de semejante calado cuando no ha sido facultada para ello, y ni siquiera ha superado las primarias a celebrar en próximos días.

Y el inefable Carlos en sus primeras declaraciones deja claro su plan para hacerse con el centro: alabar a Vox y a la gran persona que es Abascal e iniciar la cruzada para desalojar del gobierno al «fasciocomunismo», expresión esta de creación propia y que encierra en si misma todas las esencias de su ideario.

Total que la Reconquista que formaba parte del programa del de Amurrio, es ahora cosa de dos, o de tres, que Doña Inés también es de centro.

Espero ansioso el debate del acordeonista en euskera.