Cautivo y desarmado el ejército humanista, las tropas utilitarias alcanzan sus últimos objetivos. Thatcher gana batallas después de muerta y cada vez sucede menos, como quería Montaigne, que sea el gozar, y no el poseer, lo que nos hace felices». Con el eco del bando de 1939 presenta el autor asturiano Pablo Batalla Cueto su radical propuesta a favor de un alpinismo lento, porque «nada bueno se ha conseguido deprisa y la velocidad arruina e idiotiza». También ilustrado porque «el alpinismo apresurado no busca conocer, sino que lo conozcan; no se atreve a saber porque no se atreve a detenerse».

Y anticapitalista porque «solo tal puede ser el ejercicio sincero de principios que colisionan con los que sostienen la tiranía del capital».

Los clubes de montaña no atraen savia joven, pero los runners abarrotan los maratones al grito de “Correr o morir” (exitoso libro de su héroe Kilian Jornet). Es un montañismo como ejercicio de competición, de ocio como negocio, un alpinismo “thatcherista”. Este libro es una imprescindible reflexión para quien necesite de la naturaleza en estos días de encierro.