El coronavirus ha acabado con la vida de José María “Chato” Galante, uno de los principales referentes de la lucha antifranquista que no se detuvo con la muerte del dictador.

Hijo de militar, su compromiso político contra el franquismo comenzó en la Universidad, donde se integró en el Sindicato Democrático de Estudiantes. La muerte de su compañero de sindicato Enrique Ruano tras ser detenido por la Brigada Político-Social le marcó para siempre. El aparato franquista lo presentó como un suicidio por ser homosexual, «no hay bazofia comparable a lo que dijo el señor Fraga Iribarne. La muerte de Enrique cambió mi vida», reconoció “Chato” en una entrevista que le hizo Pablo Iglesias en su programa la Otra Vuelta de Tuerka.

A los 20 años fue detenido por primera vez. Durante su segunda detención, en pleno estado de excepción por el Proceso de Burgos, pensó que no iba a salir con vida. «Perdí la noción del tiempo y del espacio, el control de esfínteres. Aguanté por rabia. Cuando salí, me dejaron estar un tiempo con mi padre, que si bien era militar no era franquista. Me preguntó si había hablado y cuando le dije que no, me dijo ‘estoy orgulloso de ti’», recordó. Estando haciendo el servicio militar fue detenido por tercera vez y trasladado a Carabanchel. En 1973 fue detenido por cuarta y última vez, lo que le llevó a las prisiones de Zaragoza, donde protagonizó una huelga de hambres, y a la de Segovia, donde participó en el primer intento de fuga que tuvo que ser abortado por la detención en Madrid de un comando de ETA p.m.

“Chato” fue uno de los impulsores de la querella argentina contra los crímenes del franquismo junto a otros militantes antifranquistas de Euskal Herria. En la entrevista que le hizo GARA en abril de 2012 antes de viajar a Argentina, consideraba increíble que «a día de hoy, no tengamos acceso a nuestras propias historias». Recordó que en uno de los tantos interrogatorios, le dijeron que «me iban a enseñar hablar euskara».

Fue uno de los protagonistas del documental “El Silencio de los Otros”, por el que recibió un premio en los Goya del año pasado.

Las muestras de dolor, entre ellas de dirigentes de Unidas Podemos, Izquierda Unida, EH Bildu y del grupo de memoria histórica del Parlamento Europeo, se sucedieron en las redes sociales.