El documental entrelaza con habilidad la vida personal y la obra de la fotógrafa italiana Letizia Battaglia en su dedicación a documentar el entorno social y los crímenes de la Mafia siciliana. Es la propia Battaglia, que actualmente cuenta 84 años, la que conduce con sus recuerdos personales la narración que parte de una Sicilia de posguerra inmersa en la pobreza, la violencia de una sociedad patriarcal y las estrictas normas de la moral. No era el mejor contexto para una joven despierta y con ambición de disfrutar la libertad que se negaba a las mujeres. El falso espejismo del matrimonio no mejoró las cosas y Battaglia comenzó su propia singladura para encontrar su lugar en el mundo. Fue con una cámara de fotos en las manos, cuando contaba ya 40 años edad.

A los tres días de comenzar su precario trabajo en el diario “L’Ora” de Palermo fotografió por primera vez un muerto, aquel que «nunca te abandona». Fue el inicio de una dedicación que le llevó durante dos décadas a los escenarios más escabrosos de la guerra abierta de la Mafia en Sicilia. Años de plomo, de silencio, de miedo, que Battaglia vivió como un desafío y una pasión y que documentó magistralmente con su cámara. Su lente llegó más allá del siniestro rostro de la venganza y el crimen. Captó también el contexto de una sociedad pobre y embrutecida y el dolor de los supervivientes.

El relato central cuenta con el ingrediente novedoso de los testimonios de tres de los amantes de Battaglia en una vida azarosa. La directora, la irlandesa Kim Longinotto, recurre también a escenas de ficción de películas italianas clásicas como contrapunto a la turbadora realidad que captó esta fotógrafa.