Iñaki ZARATIEGI
CLÁSICOS PARA UNA CUARENTENA

El Quijote de la canción

Con un cielo tan bajo que un canal se perdió. Con un cielo tan bajo que produce humildad. Con un cielo tan bajo que un canal se colgó. Con un cielo tan bajo que hay que perdonarle». Dicen que Bélgica es aburrida. Si así lo fuera, mucho mérito tuvo Jacques Romain Georges Brel (Schaerbeek 1929-París 1978) para crear una canción tan bella como “Le plat pays”.

Con el permiso de Hergé (padre de Tintin) o de Manneken-Pis, Brel es el hijo preclaro del “país plano”. ¿Existe un cantante más completo? Autodidacta, su obra es una totalidad. Arrebatadoras partituras que maduraron de una primera etapa de raíz popular a exigentes arreglos en clave de música clásica, jazz y casi de vanguardia. Más de 300 poemas con inventivo dominio de la lengua. Canciones de arrasadora fuerza en los capítulos duros y honda ternura en los blandos. Interpretaciones con entregado gesto teatral, vaciándose o casi bailando.

Murió a los 49 años, con los pulmones ahítos de nicotina, y la editorial Barclay editó un integral de su obra en 16 CDs. En 2003 se presentó esta compilación, con 35 títulos bien seleccionados más cinco canciones inéditas entonces. Del escalofrío de “La quête” («Soñar un sueño imposible, cargar con el dolor de las despedidas, arder de una posible fiebre, viajar hacia donde nadie va. Amar hasta el desgarro, amar, incluso demasiado, incluso mal. Intentar, sin fuerza y sin armadura, alcanzar la estrella inaccesible. Esa es mi búsqueda») a la cruda tristeza “costumbrista” de “Je suis un soir d’été”. Entremedio, joyas brelianas por antonomasia: “Amsterdam”, “La chanson des vieux amants”, “Quand on n’a que l’amour”, “Orly”, “Jojo”, Les bourgeois”, “Les bonbons”, “Ne me quitte pas”, “Les Flamandes”, “Les vieux”, “Mahilde”, “Au suivant”, “Vesoul”… Sudorosos crescendos (y algún des crescendo “Bruxelles”), explosiones vitales, emociones a flor de piel, ironía, mala leche, amour fou… Un artista absoluto que dejó dicho: «Lo que cuenta en una vida es su intensidad, no su duración».