Mikel INAUSTI
PELÍCULAS PARA UNA CUARENTENA

Tradiciones religiosas patriarcales

En el festival de Sevilla Zorica Nusheva recibió el premio de Mejor Actriz por su papel de Petrunya, una mujer de 32 años con problemas de sobrepeso y una madre autoritaria que le consigue un trabajo en el que su jefe la humilla, por lo que de poco le sirve ser graduada en historia. Ella no posee una conciencia feminista, sino que simplemente está harta de vivir en la localidad macedonia de Stip, donde nadie la valora, y menos aún los hombres.

La protagonista de “Dios es una mujer y se llama Petrunya” (2019), quinto largometraje de Teona Strugar Mitseva, siente un impulso de lanzarse a las aguas heladas del río durante la festividad ortodoxa de la Epifanía, que se celebra el 19 de enero, para hacerse con la cruz que el pope arroja para que los mozos se disputen su captura, y así poder gozar de buena suerte todo el año. Con su gesto instintivo desafía las tradiciones patriarcales y religiosas, y al negarse a devolver la reliquia conquistada en buena lid, será detenida por la policía bajo la presión del clero local.