Mikel INSAUSTI
PELÍCULAS PARA UNA CUARENTENA

El genocidio brasileño en la era de Bolsonaro

Kleber Mendonça Filho se había dado a conocer internacionalmente con su segundo largometraje, “Doña Clara” (2016), protagonizado por la mítica actriz brasileña Sonia Braga, quien vuelve a repetir con el mismo director en “Bacurau” (2019), codirigida por Juliano Dornelles. Su repercusión ha sido todavía mayor y en el Festival de Cannes obtuvo el Premio del Jurado; en La Habana, el premio a la Mejor Música Original; y en Sitges, los de Mejor Director y el de la Crítica. La película tiene la ventaja de ser apta para participar en cualquier certamen especializado, gracias a su concepción multigenérica.

Hay toques de terror gore, pero también de drama político, de ciencia-ficción distópica, de comedia negra, y, sobre todo, de western brasileiro en la tradición de las películas de cangaçeiros de Glauber Rocha o de Ruy Guerra. No en vano está rodada en las mismas localizaciones del clásico “Antonio Das Mortes” (1969), recuperando la zona desértica del Sertao, que sigue siendo la gran olvidada, bajo la amenaza del actual Gobierno genocida del presidente Bolsonaro.

En el fondo de “Bacurau” (2019) subyace una llamada a la resistencia y a la lucha antiimperialista. La población de este surrealista enclave se defiende con la ayuda de alucinógenos de un grupo extranjero que practica la caza humana. Los extraños y violentos sucesos que se relatan empezaron con la muerte de la vieja matriarca local, a la que siguió la desaparición del pueblo en los mapas y en las fotografías de los satélites. El topónimo ficticio de esta especie de Brigadoon tropical proviene del autobús madrugador de Recife, a su vez inspirado en un ave nocturna denominada wakura’wa.