Morirse sin dejar de bailar y con las canciones puestas
Lugar y año de nacimiento: Barcelona, en 1966. > Inicios: Hiperactivo, Pau Donés Cirera se auto inventó como autor-músico-cantante-empresario y sobre todo gran comunicador bajo el nombre de Jarabe de Palo. Debutó como músico, aún adolescente, con su hermano batería Marc como Jay & Company Band, que cambiarían por Dentaduras Postizas. > El salto: Actuó como Palo Cantamañanas, que derivó al definitivo Jarabe de Palo en 1995. Un año después, en 1996, un recopilatorio editado por la marca de cigarros Ducados incluyó “La flaca”, que se convirtió en un bombazo popular.&discReturn; > Lo que vino después: Grabó una larga lista de discos y publicó la autobiografía “50 palos... y sigo soñando”. Falleció ayer a los 53 años, víctima del cáncer de colón diagnosticado hace cinco años.

Si has vivido bien, te toca morir y ya está. Si has vivido jodido, te irás pensando en lo que no hiciste. La vida es una y ahora. Vívela como si el mañana no existiera». Así habló Pau Donés en agosto de 2018 para GARA, y así parece haberse despedido el músico aragonés-catalán. Aunque estuviera anunciado que su cáncer daba cada vez menos treguas, cuesta aceptar que se apague la voz de quien cantara himnos como “Qué bueno, qué bueno”, “Vuela” o “Grita”.
A caballo entre su vida barcelonesa y la aragonesa aldea paterna de Montanui, Alta Ribagorça, en la muga de Huesca con Lleida, parecía reproducir el tópico de aragonés noble, resistente y catalán emprendedor y negociante. «Montañeses, todos a una, la honestidad, la importancia de la palabra dada…», decía. «Soy medio catalán medio aragonés, no independentista pero sí muy nacionalista. Catalunya es una nación, como Euskadi, con idioma, cultura e idiosincrasia que les hace tener su propia identidad».
No acertó su progenitor con las carreras que deseaba para su prole: juez, cura, militar e inspector de Hacienda; y los cuatro hermanos salieron cineasta, cocinero, pastelera y músico. Él tuvo varios oficios previos hasta que el amor por lo caribeño («Aposté por el rock latino que aquí se valoraba poco») le reportó frutos sabrosos gracias a una “Flaca” real: la cubana Alsoris Guzmán Morales, a la que Donés conoció en una escapada profesional a La Habana.
En 1999 actuó en el Teatro Karl Marx de La Habana con Compay Segundo. Compuso “Dos días en la vida” para Celia Cruz. Cantó con Luciano Pavarotti en Módena y Celia se les unió en “Guantanamera”. A Ricky Martin le escribió “Cambia la piel”. Carlos Santana eligió “La Flaca” como single de su disco “Corazón”… Una intensa andadura que tiene resúmenes como el CD/DVD “Tour americano 14-15”. El Disco, gira y libro “50 palos”. El pack recopilatorio “En la vida conocí mujer igual a La Flaca”. El disco con la Orquesta Filarmónica de Costa Rica o el libro de canciones “100 letras”.
En 2015 se torció la suerte cuando le diagnosticaron un oncogén. Dos operaciones en 24 días. Su gente descubrió la entereza del músico alegre que no bajaba la guardia de su vitalidad. «Di la cara de la forma más natural posible porque el cáncer no se merece que le temamos. Le puede pasar a cualquiera y a mí me vino por la caña que me he dado. Tengo cáncer como mucha otra gente e intento convivir con él».
Una convivencia que encaró con admirable ánimo. «La quimio no impide hacer cosas. Hay que pensar en la vida, no temer a la enfermedad. Soy músico de vocación y me ha ayudado. No afronto el cáncer con optimismo sino con realismo. Siempre digo que le dedico 5 minutos y el resto a vivir. Puedes morir de cáncer o porque te la pegas con el coche. Y la enfermedad te pone las pilas. Con cáncer también se vive y se puede vivir la mar de bien».
Decidió parar el carro en enero de 2019. «Cuelgo la guitarra y me voy a Can Collons. Tengo que dejar esta vida de locos. Habrá una segunda etapa, no sé cuándo. Me paro, pero no me piro. Quiero centrarme en mi hija Sara, de 14 años. Casi me perdí su infancia; pretendo no perderme su adolescencia». Y pudieron disfrutar de casi un año sabático californiano practicando su pasión surfera.
Anunció hace unos días por sorpresa nuevos vídeos (“Vuelvo”, “ Eso que tú me das”) y disco (“Tragas o escupes”) y hasta gira otoñal. Pero ya no había fuerza para seguir viviendo. Hay un tópico que se repite: «Un luchador», «Murió tras una larga lucha». Pero Pau fue tajante cuando habló con GARA: «Es un concepto muy norteamericano, buen marketing para un país belicista. El cáncer es una enfermedad crónica con la que convives, como la diabetes, un reuma y muchas otras. Un ciego, un sordo… pueden vivir y ser felices, nosotros con cáncer también. Me cuido y procuro darle pocas oportunidades de que se manifieste. No soy un guerrero y menos contra mí mismo”.

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