Àlex Romaguera
La catalunya postprocés

LA IZQUIERDA SOBERANISTA CATALANA EXPLORA LA UNIDAD

Quim Arrufat, exdiputado de la CUP, y Xavier Domènech, exportavoz de los comunes en el Congreso español, impulsan Sobiranies, una plataforma destinada a dotar de discurso y allanar el camino para una eventual confluencia que permita al soberanismo progresista liderar la Generalitat.

Un instrumento para la elaboración, producción y difusión de ideas para actualizar el pensamiento y las hipótesis del catalanismo popular de izquierdas. Así se define Institut Sobiranies, cuya aparición el pasado jueves ha generado un considerable revuelo dentro del independentismo y la izquierda transformadora de Catalunya. Sobre todo en un momento en que estos movimientos parecen navegar sin brújula y se incrementan las voces que apuestan por construir un futuro gobierno de coalición que junte a ERC, Catalunya en Comú y CUP.

En principio, Soberanies rehuye de etiquetas. Ni se considera un think tank ni una escuela de formación teórica, ni tampoco el embrión de alguna fuerza que, a medio plazo, concurra en el complejo tablero político catalán. «Surgimos con la voluntad de fortalecer el conjunto el catalanismo de izquierdas desde un pensamiento transversal que, ante todo, permita proyectar la izquierda más allá de la aceleración política y las organizaciones de procedencia», escriben en su manifiesto.

Aún así, a nadie se le escapa que su irrupción en el actual escenario político –en el que el desencuentro entre JxCat y ERC se ha recrudecido a causa de la mesa de diálogo con Madrid y la causa abierta contra la parlamentaria Laura Borràs– coincide con la voluntad de varios actores de tejer confluencias sobre base del eje social y aparcar la unidad independentista. Así lo han defendido públicamente el veterano exdiputado de ERC en Madrid, Joan Tardà, y la coordinadora de Catalunya en Comú y diputada en el Parlament, Jéssica Albiach, los cuales vienen reclamando un avance electoral que conduzca a un ejecutivo soberanista y de izquierdas en Catalunya.

No es causal que Tardà y Albiach hayan sido los primeros en aplaudir la aparición de Sobiranies, igual que lo han celebrado el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso español, el abogado Jaume Asens; el politólogo Jordi Muñoz, y el activista y exdiputado de la CUP David Fernàndez. Estos últimos tienen previsto participar en los cursos que organizará la nueva plataforma.

Cerrar etapas para levantar puentes

Sobiranies nace tras varias reuniones que Arrufat y Domènech mantuvieron en febrero del año pasado, durante las cuales constataron que «las dos olas democráticas que han protagonizado la agenda política la última década han llegado a su recta final», en alusión al movimiento del 15-M, sin la fuerza disruptiva original y capitalizado por el partido de Pablo Iglesias en las instituciones, y por otro lado, el proceso independentista catalán, que después del referéndum del 1 de octubre de 2017 no ha sabido consensuar una estratégica unitaria para mantener el pulso con el Estado español. Según Quim Arrufat, «no falló la gente, sino la toma de decisiones y la ejecución». «El drama es que, desde entonces y en particular a raíz del juicio contra los líderes del Procés, no ha habido ningún plan ni propuesta sobre la mesa», añade.

La segunda gran constatación –explicaron Arrufat y Domènech el pasado jueves– es que los dos espacios que representan el independentismo y los comunes se han distanciado en el ámbito parlamentario, hasta el extremo de no hablarse entre ellos ni propiciar que, en su seno, hubiera debates sobre cómo avanzar en clave de conquistas democráticas. Este hecho, según Arrufat, ha perjudicado la defensa colectiva de derechos básicos frente a la voracidad del capital, ya que, «cuando las izquierdas se atomizan, es evidente que alguien se beneficia. Y este alguien son los poderes del Estado, que mantienen sus privilegios gracias a los recortes en sanidad, educación o sometiendo políticamente a la gente de Catalunya, como ocurrió el 1 de octubre de 2017».

Ante este estancamiento, Arrufat y Domènech se plantearon construir un “rincón” dónde empezar a levantar puentes entre el soberanismo, el 15-M y otros movimientos sociales con el fin de vigorizar el amplio espacio progresista que existe en Catalunya. Un reto que, con el confinamiento de estos meses, ven más necesario una vez la crisis sanitaria ha acelerado las otras crisis que han marcado la última década. «La pandemia ha llegado en un contexto de autoritarismo creciente, con presos políticos y un Deep State en plena exhibición de músculo, razón por la cual hay que alimentar de ideas y planteamientos todo el espacio que forman las clases populares», apunta Arrufat.

Enlazando soberanías

En este sentido, Soberanies busca convertirse en un «espacio referencial» que genere respuestas para combatir la involución que se vive en el Estado español en términos de derechos y libertades; pero también en el detonante de «nuevas formas de organización política» que permitan a la izquierda soberanista ser hegemónica en Catalunya a medio plazo. Es con este fin que, a parte de Quim Arrufat y Xavier Domènech, Soberanies incorpora otras personas con mucha ascendencia entre los diferentes ámbitos progresistas y los movimientos sociales.

Entre otros nombres destacan la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, actualmente exiliada en Suiza; la politóloga y ex secretaria general de Podem en Catalunya, Gemma Ubasart; la ex concejal del Ayuntamiento de Barcelona por BCN en Comú Gala Pin; el sociólogo y cooperativista Ivan Miró, o la ex diputada en el Congreso por En Comú Podem e integrante de Anticapitalistas, Sònia Ferré. Asimismo, también participarán en la estructura de Soberanies el rector de la Universitat Progressista d’Estiu de Catalunya (UPEC), Jordi Serrano; y el productor de cine, fundador y director general del grupo Mediapro, el empresario Jaume Roures.

Con este equipo de personas, la mayoría bregados en experiencias políticas, la nueva plataforma se prefigura como un laboratorio para una posible unidad de la izquierda soberanista catalana de cara al próximo ciclo electoral. Un espacio en el cual sus partidarios quieren enlazar la defensa de los servicios públicos y la lucha contra la pobreza con el derecho del pueblo catalán a decidir libremente su futuro. «Sobiranies quiere vincular estos dos aspectos», insiste Arrufat.

Aunque no ha hecho más que andar, Sobiranies aspira a remover las placas tectónicas de una política catalana que, en pleno desconfinamiento y sometida a la lucha cainita entre ERC y JxCat, parece condenada a emprender una nueva etapa.

‘Think tanks’ en pugna por la hegemonía

Soberanies ha empezado su andadura con un monográfico sobre el escenario postcovid-19 y debates en torno a la defensa de una económica plural basada en el cooperativismo, la justicia social y la ecología. Pero no es la única aportación surgida en los últimos meses desde las bases del soberanismo catalán. En menos de un año, también destaca la aparición de Catarsi, un espacio de pensamiento crítico nacido del entorno de la CUP y activistas de la izquierda anticapitalista; el Institut Ostrom Catalunya, impulsado por varios militantes del independentismo de orientación liberal; o Catalunya i Futur, surgido por iniciativa de dirigentes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) con el propósito de dar cobertura ideológica al independentismo transversal y trazar las líneas maestras de un futuro estado catalán. Un conjunto de think tanks que ponen de relieve la necesidad de cada espacio político de construir, más allá de las inmediatas turbulencias políticas, la hegemonía en la Catalunya de 2021 en adelante. A.R.