Arturo Puente
Periodista
JOPUNTUA

Los burricos despistados

En Bargota, mi pueblo, había muchos burros. Los veías pasar delante de la bodega vieja y subir por la carretera del cementerio, sin dar nunca un paso en falso, con los amos montados encima de medio lado entre las alforjas. A los animales les ponían una especie de bozal para los ojos, anteojeras se llaman, para que solo pudieran ver lo de delante y siempre avanzaran sin distracciones.

Pensé mucho en aquellos burricos cuando esta semana el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso aseguró que no apoyarían una investigación sobre la participación de Felipe González en los GAL para no «despistar» sobre su labor de Gobierno. No puede extrañar porque no es coyuntural; desde 2018 la apuesta de Podemos por formar una coalición de gobierno con el PSOE a cualquier precio les ha obligado a colocarse unas anteojeras para no distraerse de ese objetivo y, de paso, no ver lo que hace el aliado ni lo que le hacen al rival.

Para Podemos el problema de esa estrategia va mucho más allá del tema de González. El asunto es que, por mucho que el burro no lo vea, las cosas siguen pasando a su alrededor. Y pasa que un rey está implicado en una trama de corrupción que el Parlamento de su país no puede investigar. Pasa que la pandemia ha puesto una alfombra al PSOE para confeccionar una nueva mayoría que mire hacia el centro en las cuestiones económicas. Y también pasa que el asunto catalán sigue lejos de solucionarse y volverá a dar coletazos.

¿Cómo van a posicionarse las izquierdas españolas ante cuestiones centrales más allá de la agenda social del Gobierno? ¿Podemos va a ser un instrumento para tensionar las estructuras políticas y económicas o simplemente va a ser lubricante para que lo de siempre pase mejor? De esto va a depender mucho el futuro de la clase trabajadora del país. La apuesta de Iglesias por entrar en el Gobierno puede ser la correcta, muchos aún creemos que lo es, pero requiere tener claros los límites que no estás dispuesto a cruzar. Porque hasta los burros de Bargota coceaban si les obligaban a llevar las anteojeras mucho rato.