Izkander FERNÁNDEZ
NAIZ KONTZERTUAK

HUNTZA OFRECE UNA FACETA MÁS ÍNTIMA EN NAIZ KONTZERTUAK

LA CUARTA ENTREGA DE NAIZ KONTZERTUAK TUVO COMO PROTAGONISTA A HUNTZA, JOVEN FORMACIÓN GIPUZKOANA QUE HA LOGRADO ACERCARSE AL ÉXITO EN REPETIDAS OCASIONES DESDE QUE DEBUTASE HACE CUATRO AñOS.

Los caminos que llevan al éxito, así como los elementos que provocan recorrerlos, siempre serán un misterio. Existen fórmulas que, a fuerza de repetirse, han logrado un margen de error estrecho, pero en el mundo de la música nada asegura que dos más dos siempre sean cuatro. Los protagonistas del cuarto concierto de la iniciativa NAIZ Kontzertuak son un ejemplo de cómo alcanzar el éxito sin un plan garantizado.

Huntza nació de una premisa simple y honesta, como un intento por llevar al estudio y los escenarios un cruce entre la música popular y el pop envuelto en canciones de tres minutos. El trabajo y la constancia, Huntza ofrece un número alto de directos al año desde que apareció en escena, han sido las bases sobre las que han asentado un éxito fuera de toda lógica.

Los ocho temas más reproducidos de la banda suman la friolera de 24 millones de reproducciones en YouTube. Para asentar una comparación, la suma de todas las reproducciones en la misma plataforma de temas de Berri Txarrak, Gatibu y Zetak se quedan en la mitad. Y aunque la diferencia es menos acentuada, en otras plataformas Huntza siempre aparecen por encima de sus compañeros.

Es obvio que los consumos y los públicos nunca actúan bajo un mismo patrón pero el éxito de Huntza está fuera de toda duda. Dentro y fuera de nuestras fronteras. Quizá por eso, el cuarto capítulo de NAIZ Kontzertuak ha sido sensiblemente el más exitoso hasta el momento alcanzando las 3.600 entradas vendidas. 3.600 pantallas que albergan un público potencial que podría englobar tranquilamente el doble de espectadores.

El lenguaje que NAIZ Kontzertuak ha articulado para que las bandas encuentren un vehículo apropiado para ofrecer su propuesta, la calidad de la emisión, las posibilidades de montaje y filmación suponen una oportunidad terriblemente interesante. También para Huntza.

El sexteto gipuzkoano apostó por un formato íntimo, con una colocación similar a la de hace dos semanas con Nøgen, con la formación en el centro, formando un círculo, y el público alrededor, arropando las emociones. El repertorio de Huntza quiso ser fiel a la puesta en escena y fueron muchos los momentos bajos en revoluciones que se alejaron del formato intenso enfocado al baile. Fue quizá en esos momentos, sobre todo en la bonita dupla acústica formada por “Olatu bat” y “Parent(h)esiak”, cuando más brilló Huntza. Con la música desnuda, sin la triki de Josune pero con su voz, ambos cortes demostraron una sensibilidad y una calidez muy emotiva.

No obstante, la baza más importante de Huntza pervive en la invitación al baile, en el ritmo y las melodías. Y esa fue la columna vertebral de un recital que pecó en exceso de buscar valles un tanto artificiales. Así, en la recta final, sonaron los principales éxitos de la banda para la alegría de su amplio público fielmente representado en la mini tribuna de Plateruena Kafe Antzokia de Durango.