Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
CONSECUENCIAS DE LAS ELECCIONES DEL 12 DE JULIO

El PP ha caído 150.500 votos desde 2011 y Casado culpa aún a ETA del tortazo del 12J

Según el presidente del PP, Pablo Casado, los desastrosos resultados electorales de su partido y de Carlos Iturgaiz en las elecciones del domingo en la CAV se han debido, entre otras cosas, a las 150.000 personas que «han tenido que exiliarse y emigrar por culpa del zarpazo del terrorismo». Los datos no avalan, en ningún caso, su teoría.

ETA anunció el fin de su actividad armada en octubre de 2011. A partir de ahí, nadie se ha podido ver amenazado por ella. En las siguientes elecciones a Cortes, apenas unas semanas después, el PP obtuvo en la CAV 210.797 votos. El pasado domingo, en coalición con Ciudadanos, se derrumbó hasta los 60.299. Son 150.498 papeletas menos.

Con las habituales variaciones en función del ámbito de cada elección, el PP ha seguido desde 2011 una línea descendente en apoyo electoral. Cualquiera podría pensar que el partido no ha sabido adaptarse a la evolución de la sociedad tras el fin de ETA ni, probablemente, a otras cuestiones esenciales de la política vasca. Pero, según la dirección del PP, todos ellos estarían equivocados.

Ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, su presidente, Pablo Casado, estableció ayer un nexo entre tan exiguo resultado y los «150.000 vascos que han tenido que exiliarse por el zarpazo del terrorismo». «Convendría saber a quién votarían», se preguntó.

El comodín de ETA siempre es un recurso para la derecha española, pero hay que tener en cuenta que desde que ETA dejó de ser una amenaza para nadie se han sucedido catorce elecciones. Dando por buena la cifra de los supuestos 150.000 «exiliados», lo único lógico de pensar sería que algunos de ellos hayan decidido volver a su tierra. Sin embargo, en ningún caso, ni siquiera en las elecciones europeas, con menor participación que estas autonómicas, el PP había caído hasta esos 60.299 votos.

Iturgaiz es un «gigante moral»

Durante la reunión, el líder del PP mostró su apoyo a Carlos Iturgaiz, al que calificó como «gigante moral y uno de los políticos más queridos y admirados del PP». A su entender, la campaña que realizó la coalición PP+Cs se desarrolló «en positivo y transversal» y añadió que el candidato partía «con el viento de cara», con encuestas publicadas e internas desde hace un año «por debajo de los cinco escaños».

Satisfecho por haber «ganado a las encuestas», como dijo Carlos Iturgaiz la noche electoral, Pablo Casado culpó también de los resultados al «repliegue del constitucionalismo, consecuencia de la estrategia a favor del nacionalismo del PSOE» iniciada en tiempo de José Luis Rodríguez Zapatero y que, a su juicio, ahora ha desembocado en la «legitimación de Bildu como socio» parlamentario.

Volviendo a la épica, Casado afirmó que «hay quien dice ahora que recordar la memoria de las víctimas hace perder votos, pero yo prefiero perder votos a perder el alma, como acusó Múgica a su antiguo partido». Según informó Europa Press, con esta frase cosechó un fuerte aplauso del Comité Ejecutivo.

Movimientos en el PP vasco

Desde que Alfonso Alonso fuera apartado de la dirección del PP de la CAV, teóricamente la Presidencia en funciones pasó a Amaya Fernández, que también ha sido relegada de la campaña electoral por el equipo de Carlos Iturgaiz y Pablo Casado.

En declaraciones a Radio Euskadi y contradiciendo las palabras del candidato, González rechazó que el objetivo principal del PP en el Paramento autonómico sea convertirse en «dique de contención al nacionalismo», sino que quieren «cumplir con una función de utilidad y de defensa de los intereses de los vascos».

A su entender, tras los resultados del pasado domingo, el PP vasco deben hacer un «ejercicio de realismo político», porque es evidente que se ha producido un «retroceso electoral importante» respecto a hace cuatro años y las pasadas elecciones municipales. En otra reciente entrevista, Amaya González ya dijo que con Alfonso Alonso al frente de las listas esa caída no se hubiera producido.

Sin embargo, Carlos Iturgaiz achaca los malos resultados a la influencia de la abstención, aunque reconoce que su partido ha de hacer «autocrítica» después de «haber tocado suelo».

A su entender, el PP tiene que «reorganizarse» internamente y la formación debe afrontar en otoño el paso de la «interinidad» a la «normalidad» para dejar atrás lo que ha definido como un «momento convulso».

Algunos dirigentes han defendido que sea Carlos Iturgaiz quien sustituya a Alfonso Alonso. Otro ven eso como otro paso hacia la catástrofe definitiva.