Jon ORMAZABAL
Deportivo Alavés

El banquillo más inestable del planeta

Tras la despedida de Juan Ramón López Muñiz, el Glorioso iniciará el año de su centenario con su entrenador número 30 en lo que llevamos de siglo. Solo Mané y Abelardo han tenido cierta continuidad.

A pesar de que, en estos tiempos de incertidumbre y zozobra, la mayoría de equipos y estructuras deportivas, al menos las que han conseguido sus objetivos, hayan optado por la continuidad de cara a la próxima temporada, la trituradora de entrenadores instalada en el banquillo de Mendizorrotza se cobró ayer una nueva víctima en la persona de Juan Ramón López Muñiz, cuya etapa gasteiztarra ha durado apenas dos semanas.

Escuchando las declaraciones del técnico asturiano tras el partido de su equipo ante el Barcelona, el anuncio del Deportivo Alavés no sorprendió a nadie, menos aún si tenemos en cuenta la trayectoria del club babazorro en los últimos años.

Y es que, la secretaría técnica albiazul busca el entrenador que dirigirá al Glorioso en el año de su centenario, el número 30 del club en los últimos veinte años, los que llevamos de siglo XXI. Es cierto que una gran parte de esta nómina de entrenadores se sentó en el banquillo del Deportivo Alavés durante la etapa de Dmitry Piterman al frente del equipo gasteiztarra, con casos excéntricos como el de Chuchi Cos, que incluso abandonó su puesto en el descanso del partido ante el Ciudad de Murcia después de que los aficionados aporrearan el banquillo; el de Fabri, destituido 45 minutos antes del partido ante el Vecindario, aunque finalmente tuvo que sentarse en el banquillo porque el ucraniano necesitaba un carné de entrenador; o el de Rafa Monfort, que ni siquiera pudo debutar en Liga tras ser destituido en pretemporada por un mal resultado. Pero la dinámica se ha mantenido después, e incluso antes de la llegada de Piterman a Gasteiz.

Sin continuidad

De hecho, si echamos un vistazo a esa extensa nómina de entrenadores que han dirigido al conjunto albiazul en estos últimos 20 años –Mané, Txutxi Aranguren, Pepe Mel, Chuchi Cos, Rafa Monfort, Juan Carlos Oliva, Mario Luna, Julio Bañuelos, Fabri, Quique Yagüe, Josu Uribe, José María Salmerón, Manix Mandiola, Javier López, Iñaki Ocenda, Miguel Ángel Álvarez Tomé, Luis de la Fuente, José Carlos Granero, Nacho González, Mandiá, Alberto López, José Bordalás, Mauricio Pellegrino, Luis Zubeldia, Gianni De Biassi, Abelardo, Asier Garitano y Juan Ramón López Muñiz–, solo el mítico Mané y Abelardo Fernández han dirigido al equipo en más de una temporada consecutiva, cinco en el caso del de Balmaseda y una y media del asturiano.

Y, como en este caso López Muñiz, alguno de ellos habían logrado, con creces, sus respectivos objetivos. Es el caso, por ejemplo, de José Bordalás, que no siguió en Gasteiz a pesar de haber logrado el ansiado ascenso a Primera. Un año después, un gran noveno puesto en la Liga y la primera final de Copa en la historia del equipo albiazul tampoco le sirvieron para seguir al frente del equipo.

Pero tampoco esto es algo que deba extrañarnos demasiado conociendo a Joxean Kerejeta, que en el Baskonia prescindió de Neven Spahija incluso ganando una Liga ACB. El de Lazkao todavía no ha dado con su Dusko Ivanovic en versión balompié y el baile de nombres ya ha comenzado. Vicente Moreno, Rubí, un Mendilibar que no termina de cerrar su renovación en Eibar, o Andoni Iraola, que no seguirá en el Mirandés, son los que más suenan.

Iraola abandona Miranda sin conocer su futuro

Andoni Iraola anunció ayer que deja el Mirandés después de haber cerrado un año «muy intenso y muy bonito» en el retorno de los burgaleses a Segunda División. «Es una decisión que me ha costado mucho tomar pero me voy con un buen sabor de boca», declaró ayer el usurbildarra durante una comparecencia ante los medios informativos en la que aseguró que no ha negociado con ningún equipo durante la temporada recién concluida, y que desconoce en qué banquillo se sentará la próxima temporada.

«A partir de ahora pensaré qué será de mí», afirmó el técnico guipuzcoano, no sin antes insistir en que es «sincero en este sentido» y recordar que el Mirandés estaba interesado en su continuidad, pues «desde un principio trasladaron su apoyo».

No deja Miranda de Ebro «por ir a otro sitio», tampoco se ha tratado de un «hartazgo», pero prefiere dejar el club rojillo «con este buen sabor de boca» porque «cuando empiezas un proyecto tienes que estar cien por cien convencido», apostilló. Tras la buena temporada en el Mirandés, no parece que le vayan a faltar ofertas interesantes al técnico guipuzcoano. GARA