Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

Otra «Geroa» para Nafarroa

Lo raro es que el paso no se hubiera dado antes. La amalgama de independientes alineados bajo las siglas Geroa Bai pasan a constituirse como partido. Se llamarán «GEROA Nafarroako Sozialberdeak Europan / GEROA Socialverdes de Navarra en Europa». Y estarán encabezados por Uxue Barkos, como era de esperar. Así, la coalición Geroa Bai pasará ser una alianza entre PNV y esta nueva «Geroa», donde se encuadra la mayoría del grupo parlamentario.

La existencia de un sector que se siente de izquierdas siempre ha sido una realidad dentro de la coalición Geroa Bai, que es algo bastante más complejo que una mera marca blanca del PNV. Aun así, cierto es que no tiene pinta de que Geroa Nafarroako Sozialberdeak nazca pensando en romper su alianza con los jeltzales.

Que el nuevo partido pueda llamarse Geroa pasa por la aquiescencia del PNV, que ha saludado el nacimiento de la nueva formación pero no se ha roto las palmas aplaudiendo. Esto abunda en la idea de que el nacimiento del partido busca más ordenar la estructura dentro de la coalición que convertirse en una nueva opción electoral. Ya no es que el nombre del nuevo partido esté relacionado con la actual coalición, es que deliberadamente busca confundir una cosa y otra.

El PNV se enteró del nombre de la formación el jueves por los medios. Y este detalle no resulta para nada desdeñable. Ahí Barkos ha jugado fuerte. Ya se sabe que, dentro de los partidos o las coaliciones, los movimientos internos siempre entrañan alguna lucha de poder.

Barkos ha tenido sus más y sus menos con el PNV. Durante un tiempo, la exlehendakari llegó a hacer campaña en favor de los jeltzales en aquellas elecciones a las que la coalición Geroa Bai no se presentaba. Poco fruto daba su empujón, pues los resultados de las siglas PNV en Nafarroa han sido muy mediocres siempre. Una vez que, formalmente, la exlehendakari pertenezca a un partido distinto, se podrá ahorrar esos sinsabores, esos desgastes.

Lo más llamativo del nacimiento de la nueva formación es quién la apadrina. No solo está Barkos, sino que también hay tres consejeros Gobierno: Itziar Gómez, Ana Ollo y José Mari Aierdi (que además tiene rango de vicepresidente segundo). Queda fuera Manu Ayerdi, el exvicepresidente, que capitaneó el Napar Buru Batzar durante años.

Contando a la propia Barkos, hay seis parlamentarios que se adscriben a Geroa de los nueve que tiene Geroa Bai. Que es tanto como decir que están todos menos Unai Hualde (presidente del Napar Buru Batzar), María Solana (exconsejera de Educación) y Blanca Regúlez, también jeltzale de carné. No quedan, pues, independientes en el grupo parlamentario. El senador Koldo Martínez también se suma a Geroa.

Como ya ambiciona el nombre elegido, los fundadores del nuevo partido quieren dar el mensaje de que ellos son los que mandan dentro de la coalición actual. Realmente lo parece, pero se verá. Geroa Bai es una coalición que solo puede llegar al poder en alianza con otros –con el PSOE, Podemos-IU y EH Bildu como aliados potenciales– y habrá que observar con quién acaban negociando en serio estas otras formaciones, si con ellos o con Sabin Etxea.

Por fin, coalición de verdad

La constitución del nuevo partido responde, en buena medida, a una carencia histórica. Geroa Bai es una fórmula que se constituyó en parihuelas después de que todas las formaciones que estaban dentro de Nafarroa Bai, a excepción del PNV, se fueran a EH Bildu en 2011. Formalmente, Geroa Bai es una coalición del PNV con un partido municipal, Atarrabia Taldea, y apoyado por una asociación cultural, Zabaltzen. En alguna medida, se podría entender que Geroa Nafarroako Sozialberdeak vendría ser Zabaltzen convertido en partido político. Aunque igual de legítimo es pensar que el nuevo partido es un traje a medida para Barkos y su círculo de confianza.

A nivel comunicativo, que la coalición se ordene con un partido como canal de participación de los independientes puede dar un aire a Barkos. A fin de cuentas, el gran ariete que empleó la oposición durante su mandato era espetarle que era jeltzale, o un títere del PNV. Era una acusación de la que la exlehendakari tenía difícil salida, pues tampoco podía reivindicarse como militante de Atarrabia Taldea. Ahora puede colgarse los epítomes de «social», «europeísta» y de «verde» que le brinda su nuevo partido. Aunque, como se viene reiterando, el objetivo final es quedarse dentro de la coalición y la política que defenderá Geroa será igual de verde que la de Geroa Bai. Un punto gatopardiano también tiene todo esto. A fin de cuentas, nace un partido al que, quizás, no vote nadie nunca, puesto que está pensado como parte de una coalición.

En último término, no se puede desmarcar el paso de su contexto. Barkos se alejó del Gobierno y se quedó con la portavocía del grupo parlamentario, que parecía un puesto más lucido. La exlehendakari buscó un atril en el que destacar con su retórica, pues sigue siendo de largo la mejor oradora del Parlamento. Pero no acertó, o no del todo, puesto que poco se la está escuchando y es María Chivite la que se lleva todos los titulares. Así que, además de todo lo antes apuntado –que basta y sobra como para justificar el movimiento–, también es cierto que Barkos sí que necesita llamar la atención.