Imane RACHIDI
ÁMSTERDAM

Los secretos de «Raíces de árbol», el Van Gogh que precedió a su muerte

Cuando han transcurrido 130 años de la muerte del gran pintor neerlandés, se desvela el misterio que rodeaba la obra que Van Gogh pintaba pocas horas antes de fallecer. «Raíces de árbol» representa una colina del pueblo francés de Auvers-sur-Oise, donde vivió sus últimos 70 días. El hallazgo de una postal en blanco y negro de 1900 puso al experto Wouter van der Veen tras la primera pista. El tronco del árbol más grande del cuadro todavía sigue presente.

El lienzo “Raíces de árbol” (Tree roots), dibujado hace 130 años por el maestro neerlandés Vincent Van Gogh (Zundert, 1853) a solo unas horas de su muerte, representa una colina del pueblo francés de Auvers-sur-Oise, un descubrimiento inédito anunciado en el contexto del aniversario de su fallecimiento, ocurrido el 27 de julio de 1890.

El cuadro refleja el tronco y las raíces de varios árboles grandes que sobresalen de la pendiente de una colina, junto a la que pasa un camino de piedras, la calle Daubigny, que cruza Auvers-sur-Oise –donde el artista pasó los últimos setenta días de su vida–, y pasa a pocos metros de la calle que sus vecinos bautizaron como la Rue Van Gogh, en recuerdo del pintor holandés.

Los expertos y amantes del artista llevaban 130 años especulando sobre el lugar donde Van Gogh había pintado ese lienzo, el último cuadro de su gran legado, y fue Wouter van der Veen, director científico de la fundación francesa Institut Van Gogh, quien dio con este descubrimiento, primordial para conocer las últimas horas de vida del pintor.

Van der Veen tenía escaneada en su ordenador una postal en blanco y negro, que data de entre 1900-1910, en la que aparece un desconocido de espaldas sujetando una bicicleta con la mano derecha, delante de una colina de la que sobresalían varios árboles, una imagen que le recordó a uno de los cuadros de Van Gogh que ya había visto en Ámsterdam.

Aunque el paisaje que aparece en la postal es de un par de décadas después del lienzo, se puede ver con claridad que ambas representan la misma configuración de una colina, que simboliza la vida y la muerte de Van Gogh, según Louis van Tilborgh, veterano investigador del Museo Van Gogh de la capital holandesa.

Cuando el pasado mes de mayo se levantaron las restricciones a la movilidad impuestas en el Estado francés para frenar los contagios del coronavirus, este experto viajó al pequeño pueblo para verificar su teoría sobre “Raíces de árbol”, el cuadro que Van Gogh dibujó el 27 de julio de 1890, y que nunca llegó a terminar, al morir horas después por herida de bala.

«Cada elemento de esta misteriosa pintura puede explicarse al observar la tarjeta postal y la ubicación: la forma de la ladera, las raíces, su relación entre sí, la composición de la tierra y la presencia de un lado empinado de una piedra caliza», analiza el autor del descubrimiento, que fue divulgado en un acto.

Pintaba sitios de su entorno

El lugar está a 150 metros de Auberge Ravoux, la posada en Auvers-sur-Oise donde Van Gogh se quedó los últimos 70 días de su vida y, para su sorpresa, el tronco del árbol más grande que aparece en el cuadro todavía sigue presente y es totalmente reconocible a la hora de compararlo con el lienzo.

El paisaje dibujado «coincide también con la costumbre de Van Gogh de pintar sitios de su entorno inmediato», mientras que la luz del sol reflejada en el cuadro indica que las últimas pinceladas las pintó durante las últimas horas del atardecer, lo que añade aún más información sobre aquel día dramático para el artista, en el que se cree que se disparó, provocando su propia muerte.

Van der Veen trasladó de inmediato esta información a los investigadores del Museo Van Gogh de Ámsterdam, propietario de la colección en la que se encuentra “Raíces de árbol”, y consultaron a un dendrólogo especializado en vegetación histórica para hacer todos juntos un estudio comparativo de la pintura, la postal y el estado actual de la ladera.

Los expertos concluyeron que es «altamente factible» que esta sea la ubicación correcta que habían estado buscando sucesivos investigadores durante más de un siglo.

«Es un descubrimiento notable. Que esta sea su última obra de arte lo hace aún más excepcional e incluso dramático. Van Gogh ya había documentado esta zona en otras pinturas. Debía pasar con frecuencia por este lugar para ir a los campos que hay detrás del castillo de Auvers, donde pintó varias veces durante la última semana de su vida», dijo Teio Meedendorp, investigador principal del museo.

Ignorada durante tantos años por los vecinos de Auvers, la colina pasa a ser ahora un lugar de peregrinación para los amantes de Van Gogh, después de que las autoridades locales hayan erigido una estructura protectora de madera para proteger el sitio.

A partir de ahora, los visitantes de este pequeño pueblo francés podrán añadir al tour una parada frente al lugar exacto donde Van Gogh sujetó un pincel y se inspiró delante de un lienzo por última vez, dejando un legado que el mundo sigue descubriendo 130 años después de su muerte.