Victor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

Disney, un reino virtual

Un verano más, la actualidad cinematográfica está monopolizada por la omnipotente figura de Christopher Nolan. Su última película, la esperadísima “Tenet”, ha llegado por fin a las salas del continente europeo, y da la sensación de que lo ha hecho para salvar el desolado (o directamente devastado) panorama de la exhibición fílmica.

Pero como ya sabemos, el futuro –industrial– del séptimo arte hace tiempo que se juega también en el campo de batalla virtual. Ahí, los gigantes del sector pugnan con creciente intensidad para asegurarse porciones de un pastel que es puro llamamiento a la gula. Digo esto porque mientras Mr. Nolan reafirma su hegemonía en la gran pantalla, el imperio Disney copa también los titulares, y lo hace a través de su plataforma de Video On Demand, Disney +.

Y es que la noticia saltó hará ya unas semanas, cuando dicha productora confirmó que “Mulan”, la transición a imagen real/digital del clásico animado de la propia factoría, la cual pasaba por ser una de sus grandes apuestas para la temporada de verano, se acabaría destinando a las pequeñas pantallas. Se impuso la tiranía del coronavirus. Con las salas prácticamente clausuradas en Estados Unidos, al titán del entretenimiento no le salían las cuentas, de modo que acabó resolviendo el entuerto con una jugada por lo menos llamativa: quien desee ver dicha película, deberá pagar 22€ para verla en Disney+.

Con ello, algunos expertos opinan que se abre una nueva etapa en la distribución cinematográfica. Razón seguramente no les falte, pero esta estrategia comercial no deja de ser un resultado bastante lógico de una línea de producción que ya se podía intuir en otros títulos que ya están disponibles (y sin coste adicional) en el catálogo de esta plataforma. Tomemos, por ejemplo, “Black is King”, mega-videoclip levantado por la gloria y la gracia de la reina de la Tierra: Beyoncé. Se trata, para entendernos, de un auto-definido «álbum visual» que la mega-estrella de la música concibió inspirada por el reciente remake de “El rey león”.

A la práctica, todo obedece a un despliegue de medios que hasta no hace mucho, pensábamos que estaba reservado a... en efecto, las salas de cine. Pero no, ahora ya no. En tiempos de alta definición universalizada, podemos disfrutar, desde la comodidad y seguridad del hogar, con este suntuoso, ambicioso y –por qué no decirlo– lujoso recital de creatividad. “Black is King” es un título a recomendar porque funciona tanto a nivel superficial (puede verse en clave de despampanante desfile de moda) como figurado (pues está repleto de imágenes y figuras que celebran el orgullo de la identidad negra-africana). Es, en lo técnico y en lo temático, una película de interés apuntalado en la modernidad y la actualidad más rabiosas. Y la podemos ver, repito, donde ahora mismo no se proyecta “Tenet”. El reino –virtual– de Disney también impresiona.