Mikel Landa llega hoy a Pirineos con la necesidad que siempre ha tenido de recuperar tiempo en las grandes vueltas después de verse perjudicado por una caída de sus compañeros, quedar cortado junto a Pogacar y perder 1:21 en Lavour, donde Wout van Aert logró su segunda victoria al sprint y la tercera del Jumbo en las últimas cuatro etapas.

El tiempo perdido hay que darlo incluso por bueno porque el alavés se quedó cortado a 32 kilómetros de la meta junto a otros cuatro de los dieciséis corredores que llegaron por delante el martes en Orcières-Merlette –Pogacar, Porte, Mollema y Chaves– y además se vio beneficiado por el pinchazo de Carapaz, que estaba en el grupo delantero. El Ineos decidió mandar parar a su mejor rodador, Castroviejo, para intentar ayudarle y dejó de tirar por delante como lo hacía tras provocar el corte.

A pesar del trabajo de equipos como Astana –que metió seis corredores entre los 41 del primer grupo, incluidos los tres vascos–, Groupama, Cofidis y Jumbo, no lograron abrir más distancia sobre el segundo pelotón, donde Bahrain y UAE llevaron el peso de la persecución.

La etapa fue espectacular desde el inicio porque el Bora quiso aprovechar el primer puerto de Tercera para imprimir un ritmo fuerte y descolgar a casi todos los sprinters, incluido Sam Bennett. Eso permitió a Peter Sagan recuperar el maillot verde, aunque solo le saca nueve puntos al ser decimotercero en la meta sin apenas velocistas adelante.

El siempre combativo Thomas de Gendt intentó escaparse en solitario y estuvo más de 60 kilómetros por delante del primer grupo, pero había temor a los abanicos en los últimos 40, fue atrapado a falta de 36, se cayeron los Bahrain y a 32 de meta Ineos se puso en cabeza del pelotón para formar el abanico.

En la llegada Wout van Aert se impuso con autoridad a Boasson Hagen y Bryan Coquard, con Egan Bernal y el líder Adam Yates entre los diez primeros.

Pirineos sin final en alto

El tiempo perdido por corredores ofensivos como Mikel Landa y Tadej Pogacar les puede invitar a buscar pelea este fin de semana en las dos etapas de los Pirineos, que no presentan finales en alto. La de hoy entre Cazères-sur-Garonne y Loudenvielle es más propicia para atacar. Tiene solo 141 kilómetros con el col de Menté (1ª, 6,9 kms. al 8,1%) en el 59, Balès (HC, 11,7 kms. al 7,7 %) a 36,5 de meta y Peyresourde (1ª, 9,7 kms. al 7,8 %) a 11 de una llegada situada tras 7,5 de descenso y 3.500 metros llanos.

La de mañana pasará por Euskal Herria con salida en Pau, meta en Laruntze, 154 kilómetros, y las ascensiones al col de la Hourcère-Murkhuillako Lepoa (11,1 kms. al 8,8%), que se empalma con el Soudet (3,8 kms. al 8,5 %) y las subidas al col d’Ichere (4,5 kms, al 6,1%) y Marie-Blanque (7,7 kms al 8,6%), que queda a 19 de meta, algo lejos para los de la general.