Iker BIZKARGUENAGA
BILBO

Osakidetza no llegó a detectar seis de cada siete casos en la primera ola

Osakidetzako langileak. (Marisol RAMIREZ/FOKU).
Osakidetzako langileak. (Marisol RAMIREZ/FOKU).

El viernes pasado, Osakidetza añadió en su informe diario sobre la evolución pandémica nuevos elementos gráficos que pueden resultar de gran utilidad no solo para medir la situación actual sino también las diferencias respecto a la primera ola.

En concreto, en uno de los cuadros adjuntos se puede apreciar la evolución de la curva de positivos detectados entre el 1 de marzo y el 14 de mayo, la fase más dura de la crisis sanitaria, y la de estos dos últimos meses. Y junto a ellas, una línea que marca los «casos esperados» en aquella primera ola, una curva mucho mayor a la de los casos detectados, y donde aparece un pico de nada menos que 3.500 personas contagiadas en un día.

Ese pico está fechado a finales de marzo, cuatro semanas después de conocerse los primeros casos, y es siete veces mayor que la cifra de positivos de la que se informaba oficialmente en esa misma fecha, en torno a los quinientos diarios. Puede decirse por tanto que en esa primera embestida seis de cada siete contagios no fueron registrados.

Esa estimación concuerda con el hecho de que entonces el número de fallecidos y hospitalizados fuera mucho mayor a la de ahora, cuando, sin embargo, los casos detectados son bastantes más. De hecho, en las últimas jornadas se están registrando en torno a cinco veces menos decesos e ingresos que en aquellas semanas de primavera, la misma diferencia que hay entre los positivos detectados en esta ola y la estimación de los que habría realmente en la primera.

Esto indicaría que a diferencia de entonces ahora sí se detectan buena parte de los contagios.

Además, la curva de verano tiene una pendiente mucho menos pronunciada que la de marzo-abril, a causa de las medidas de contención que se han ido adoptando. Y en vez de una bajada abrupta, como la que causó el confinamiento, en este caso se aprecia una estabilización a la baja, una especie de meseta.