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El Polisario, en máxima alerta por la tensión en el paso de Guerguerat

El Frente Polisario puso ayer en situación de máxima alerta a sus tropas a causa de la tensión que se vive en el paso fronterizo de Guerguerat, ocupado por Marruecos. Alertó de la presencia de vehículos militares marroquíes «a solo tres kilómetros» de las decenas de saharauis que mantienen un campamento en la zona desde el 21 de octubre.

El secretariado general del Frente Polisario se reunió ayer para analizar la situación en el paso fronterizo de Guerguerat, que separa Mauritania y las zonas ocupadas por Marruecos en el Sahara Occidental. Desde el 21 de octubre decenas de saharauis llegados desde las zonas liberadas y de los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia, mantienen un campamento en la zona para exigir la salida de las tropas marroquíes y el cierre de esta brecha, ya que, según denuncian, «se utiliza para saquear las riquezas saharauis y el contrabando de drogas».

Con decenas de banderas al viento de la República Árabe Saharaui Democrática, los congregados gritaron consignas como «Libertad para el pueblo del Sahara», «la ONU debe cumplir» o «Combatiremos la ocupación ilegal marroquí».

Convocados por organizaciones de la sociedad civil y reunidos frente al lugar por el que suelen entrar las patrullas de la misión especial de la ONU para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), los manifestantes demandan «el cierre de Guerguerat, el cese del saqueo de las riquezas de nuestro territorio y el fin de las graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos en las zonas ocupadas saharauis».

«La idea es montar un campamento y resistir aquí para que el mundo sea testigo de la determinación de los saharauis para defender sus tierras. Esta es nuestra lucha y nuestra tierra», dice uno de los organizadores.

Esta movilización se produce apenas unos días después de que decenas de saharauis protestaran frente a uno de los puestos de control del muro de más de 2.700 kilómetros de longitud construido por Marruecos, en la segunda manifestación en este emplazamiento desde el alto el fuego de 1991.

Fuentes del Polisario alertaron ayer de la presencia en Guerguerat de vehículos militares marroquíes. «Algunos están a solo tres kilómetros de los congregados», señalaron, al tiempo que lanzaron una advertencia: «El Ejército Nacional Saharaui está en alerta máxima y preparado para hacer frente a cualquier acción del Ejército marroquí contra civiles saharauis en Guerguerat».

Justamente hoy se cumplen diez años del violento desalojo del campamento protesta de Gdeim Izik, a las afueras de la ciudad ocupada de El Aaiún.

Un mandato descafeinado

El 30 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la renovación por un año más del mandato de la MINURSO.

El Polisario lamentó que «no contenga acciones concretas que permitan a la MINURSO cumplir el mandato para el que fue establecida en 1991», que era la celebración de un referéndum de autodeterminación.

Pero, casi tres décadas después, la situación sigue prácticamente igual. Durante la etapa de Horst Koehler como enviado especial, se efectuó un tímido intento de acercar de nuevo a las partes, con dos reuniones en Ginebra –en diciembre de 2018 y marzo de 2019– en las que Rabat cerró toda puerta a un referéndum y a la independencia.

El Polisario denunció que el Consejo de Seguridad ha optado «una vez más por la inacción a pesar de las crecientes tensiones. Las masivas manifestaciones pacíficas y espontáneas que se están produciendo en todo el territorio son una clara indicación de que la paciencia del pueblo saharaui se está agotando». Remarcó que «la falta de medidas para obligar al estado ocupante marroquí a poner fin a su ocupación ilegal nos ha dejado sin otra opción que intensificar nuestra lucha y utilizar todos los medios legítimos para permitir que nuestro pueblo ejerza su derecho a la autodeterminación y la independencia».

Responsabilizó a Rabat de «las graves consecuencias que sus peligrosas acciones puedan tener para la paz y la seguridad en toda la región».