Alberto CASTRO
Al cierre

Un descanso tras la euforia

Después de responder con euforia desde el lunes al anuncio de Pfizer sobre los avances de la vacuna contra el coronavirus, los inversores se tomaron ayer un descanso y optaron, aunque con moderación, por la toma de beneficios. La tentación era evidente, puesto que el Ibex, en las últimas ocho sesiones, había saltado más de un 20%. Hoy abrirá con 7.726 puntos, después de dejarse un 0,87%. En el resto de plazas europeas también pudieron las ventas. París recortó un 1,52%; Fráncfort, 1,24%; Milán, 0,83%; y Londres, 0,68%.

En Wall Street, las caídas se impusieron desde la salida en el Dow Jones y el S&P 500. A la hora del cierre en Europa perdían en torno al 0,50%. Por su parte, el Nasdaq 100, que abría claramente al alza, apenas mantenía una leve subida. Los inversores no parecían animados por la fuerte reducción en las peticiones semanales de desempleo, que bajan hasta las 709.000 desde las 751.000 anteriores.

Las verticales subidas de las bolsas, asociadas directamente al impulso proporcionado por la vacuna, dieron paso a una mayor prudencia porque el escenario a corto plazo no cambia. Ni el remedio está ya a disposición de las autoridades sanitarias, ni las infecciones han dejado de marcar nuevos récords en esta segunda ola de la pandemia, ni las restricciones están siendo levantadas.

En el Ibex, la toma de beneficios alcanzó a los valores turísticos: IAG cedía un 3,38%; Amadeus, un 4,49%; y Aena, un 2,08%. Y lo mismo pasó con los bancos, que recortaron parte de su subida de la semana: BBVA restó un 1,69%; Santander, un 1,30%; y Caixabank, un 1,13%. De los grandes, el peor fue Repsol, con una caída del 4,17% en plena subida del precio del crudo. Solaria (+5,14%) sobresalió entre los ganadores.