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A subasta uno de los fetiches de Napoleón, su vajilla

Es sabido, aunque no deja de sorprender, que Napoleón Bonaparte adoraba las vajillas, las mandaba hacer de porcelana en Sèvres y se las llevaba a sus batallas. Al menos eso se cuenta. En 1815 se llevó los 60 platos que mantenían los símbolos napoleónicos a su exilio en Santa Elena, donde los usó a diario y casi siempre solo. A su muerte, los platos pasaron de mano en mano hasta recalar, algunos, en distintos museos. Sotherby’s va a subastar ahora parte del servicio de noche, en la imagen, uno de los platos.

Fotografía: Niklas HALLE’N | AFP